«Inteligencia dice que no tienen líder en el sentido estricto de la palabra«

El mes que viene llegará el cruce con Civil War II y nos tocará a todos poner caras largas, pero de momento Brian Michael Bendis se reserva el Guardianes de la Galaxia #45 para (tras varios meses de aventuras en parejas) volver a reunir a grupo en un cómic desternillante que condensa el espíritu de esta colección y que (¡OJO!) sirve incluso de puerta de entrada a la misma, lo cual no está nada mal si alguien que no conozca a estos muchachos termina de leer el Civil War II #4 y quiere saber algo más de esta banda de antihéroes.

Me parece tremendo que cuarenta y cinco números después (¡casi cuatro años!) la serie de Bendis siga manteniendo el mismo nivel de calidad que al principio. También, no lo voy a negar, me sorprende el hecho de que en todo este tiempo apenas hayan tenido contacto con el resto de colecciones a no ser que éstas viajaran al espacio. Bendis ha logrado ofrecer un producto independiente y divertido durante un tiempo récord y no es hasta ahora, cuando Carol Danvers los llama, que los Guardianes parecen integrarse al fin en el resto de colecciones y continuidades.

«Ah, Hora de las Tortas, cuánto te quiero«

A lo largo de este recorrido, la colección ha logrado subir a Veneno al siguiente nivel (aunque ya veremos cuánto dura el invento), ha integrado a Angela en el universo Marvel tras las batallas legales entre Neil Gaiman y Todd McFarlane, le ha dado una nueva dirección a la vida de Kitty Pryde (haciéndola molar mucho más) y, esto desde hace algo menos, ha rescatado a la Cosa del olvido del fin de los Cuatro Fantásticos. Los Guardianes de la Galaxia tienen algo que hace que el resto de personajes que recalan en su formación salgan frescos y renovados de ella. Tony Stark, sin ir más lejos, descubrió sus orígenes adoptivos como consecuencia de su viaje estelar.

Guardianes de la Galaxia #45

Guardianes de la Galaxia fue, junto con Inhumanos, una de las grandes apuestas de Marvel Now! Pero mientras que la colección de Charles Soule buscaba una inmediata integración dentro de la continuidad marvelita, Bendis ha logrado hasta ahora que estos ‘outlaws‘ sigan siendo rabiosamente independientes y, pese a ello, tratar temas profundamente sociales como el que hemos visto en esta saga (con los Guardianes comandando a miles de refugiados, víctimas de una guerra por el dominio en la que nunca pidieron participar). Veremos qué es lo que ocurre cuando esto se acabe y Peter y los suyos se vean obligados a convivir con la locura del resto de series de la Casa de las Ideas, pero Bendis (y Valerio Schiti, que va camino de convertirse en el dibujante más longevo de esta etapa editorial) le tiene ya tan cogido el punto a estos personajes que dudo mucho que nada sea capaz de romper la buena química que exuda esta colección.