Todo lo bueno se acaba y abordamos ya la recta final de la Hulka de Rainbow Rowell. Aún quedaría un tomo por publicar, pero Jensacional, cuarto libro de la actual etapa, muestra síntomas de que el final es inevitable.

«Ay… Nada huele mal en el espacio«

Y los muestra con todo lo bueno y malo que ello conlleva. Por una parte tenemos a Capitana Marvel tendiendo lazos con Jennifer para que se una a los vengadores, que por sí mismo no tiene por que significar nada, pero con personajes fuera del pedestal mediático suele indicar un cambio de rumbo. Y por otra parte somos testigos de cierto agotamiento ante situaciones que la guionista es incapaz de encauzar en una dirección concreta. La dinámica entre Sota de Corazones y Jen sigue en el mismo bucle del tomo anterior; y mientras nuestra protagonista muestra una actitud proactiva, su amante se está quedando atrás, subrayando su utilidad como recurso para desarrollar el viaje de la amazona esmeralda y su poco interés (al menos para la autora) como personaje de pleno derecho.

Sorprende esta dejadez respecto al reparto de secundarios cuando estamos hablando de una guionista que brilló con todo un equipo como los Runaways. Porque una cosa es mantener a raya los egos para que un actor de reparto no ensombrezca a tu protagonista, pero otra es personajes por los que has apostado para que formen parte de tu serie sufran una involución a medida que avanza la aventura. El caso paradigmático son April y Mark, la pareja villanesca presentada en el segundo tomo que aquí se presentan únicamente para dar entrada a Hulk. Hay también, a diferencia de lo que veníamos viendo hasta ahora, un mayor impulso en la faceta heroica con la participación de los primeros espadas ya mencionados (Banner y Danvers), ¿será sugerencia editorial?

«¡Hulka! ¿Vais a pelearos?«

Da un poco de rabia todo esto porque el tono y la energía que desprende Hulka sigue siendo igual de divertida que el primer día. Parte de su gracia está en la intrascendencia de los casos que ocupan el tiempo de Jen y la optimista comicidad con la que esta lo afronta todo. Pero por el camino estamos perdiendo algunos de los descubrimientos que habíamos hecho hasta el momento; caso por ejemplo del particular club de la lucha en el que figuran caracteres tan belicosos como Titania o Ben Grimm. O la relación con el citado Sota. Y siendo tan coherente como está siendo el viaje, dudamos que el último tomo revolucione la deriva actual o nuestro parecer al respecto. Pero por el camino también hemos encontrado un regalo extra. Tanto hablar de la semejanzas entre esta colección y la serie protagonizada por Tatiana Maslany y su showrunner, Jessica Gao, ¡escribe un relato de complemento! Ojalá disfrutarla algún día como guionista en los cómics.

Lo peor que se le puede decir a esta Hulka de Rainbow Rowell es que es agradable. Sin más. Como aquel chico interesado por ti con el que te lo pasaste bien aquel par de citas. Era agradable. ¿Y qué fue de él? Ni idea, lo olvidé. A la actual etapa de Jen probablemente le pase lo mismo. Fue una experiencia agradable, pero la hemos olvidado.