«Esto requerirá algo de planificación«

Seguimos para bingo con la serie en la que más se ha prolongado el evento de Pecado Original. Brian Michael Bendis parecía haber aprovechado el crossover para acercar posturas entre las distintas facciones de los mutantes y, por lo que vemos en los cómics sobre los que versa este artículo, nada más alejado a la realidad. En lugar de ello el guionista ha decidido sacar en estos números todo lo que Scott Summers se venía guardando dentro desde que asesinó a su mentor en los estertores de Los Vengadores contra la Patrulla-X para que no quede más remedio que solucionar el asunto… o terminar de cortar el cordón que unía al desdichado líder mutante con la cordura y la decencia.

Los mismos temas que ya se plantearon durante el Cisma de Jason Aaron vuelven a ponerse sobre la mesa en esta saga. La voluntad de Cíclope por «militarizar» a los mutantes para ayudarlos a sobrevivir en un mundo que les teme y les odia ya chocó en el pasado con la del difunto Lobezno por protegerlos y ahora lleva mutante de los rayos ópticos a cruzar una peligrosa línea que lo acerca paso a paso a los años más oscuros de Magneto. Precisamente este personaje, protagonista de la portada del número #33, será el encargado de constatar la recaída de Scott en sus vicios más inconfesables. El amo del magnetismo será el encargado de alertarnos sobre el nuevo giro en la personalidad y las intenciones del pupilo predilecto de Xavier, que parecía haber comenzado a reconciliarse con el mundo y consigo mismo durante los últimos números, pero al que la muerte de su amigo y contrincante parece haber empujado de nuevo hacia la senda del extremismo.

«Repíteme que no quieres suicidarte«

Aún a riesgo de sonar repetitivo, pienso que todo esto pudiera responder a la cercanía de las Secret Wars. En los próximos meses hará falta que los mutantes estén más unidos que nunca, puesto que su mundo, su universo de hecho, se les va a venir encima y no les va a quedar más remedio que confiar los unos en los otros y volver a aprender a apoyarse en el hombro de los demás en un nuevo mundo en el que, por de pronto, deberán convivir con sus versiones de tres o cuatro universos alternativos. Esto quizás haya precipitado el que Bendis lleve al personaje de La Imposible Patrulla-X al extremo, para forzar a que la situación se solucione o para terminar de destruir lo que Scott ha significado durante mucho tiempo para sus semejantes y así obligar al resto a elegir a un nuevo líder para la raza mutante.

Bestia y Tormenta en La Imposible Patrulla-X #33

Tendremos que esperar hasta junio para ver el desenlace de los acontecimientos de estos cómics ya que la «excesiva duración» de Pecado Original en esta cabecera hará que en el siguiente número se deba aprovechar para relatarnos el cruce con Axis y, ya en mayo, Panini nos ofrece bajo esta cabecera los anuales de La Imposible y La Nueva Patrulla-X, dos números que servirán para explicar la metamorfosis de Eva Bell y su actual dominio de sus poderes, muy por encima del que tenía cuando ingresó en el Instituto Charles Xavier que fundase su amor secreto.

«Soy un campeón de nuestra raza«

Precisamente Bell es la gran protagonista de La Imposible Patrulla-X #34. Los actos de su maestro e ídolo a cientos de kilómetros de distancia no hacen sino llenar de dudas y temores a los nuevos mutantes que Cíclope ha acogido y así, mientras que la Nueva Patrulla-X se las ve y se las desea en el Universo Ultimate y Kitty les hace una visita a sus antiguos compañeros de la Escuela Jean Grey, Eva y sus compañeros no pueden sino elucubrar sobre lo que está ocurriendo entre el director de su instituto y el que podría ser el mutante más poderoso de la Historia. Todo esto llevará a que la chica de las burbujas temporales tome una decisión que podría afectar de una manera radical al desarrollo de los futuros acontecimientos dentro de la franquicia mutante.

Magik en La Imposible Patrulla-X #34

Chris Bachalo y Kris Anka siguen alternándose en la parte visual de estos capítulos. El primero, cada vez más cómodo, nos deja algunas imágenes repletas de fuerza, como la que precede a estas líneas. A Anka sigo sin pillarle el tranquillo, su estilo tiende a simplificar y esquematizar las formas, pero esto no va en beneficio de nada en concreto y me descoloca, sobre todo porque es un modo de dibujar muy alejado de lo superheroico y, hoy por hoy, este cómic presenta tramas y escenas que habrían agradecido algo más de espectacularidad.