«Y la leña no puede resistirse a la llamada de la llama«

De veras que no sé qué pretende Jason Aaron con Llega el Fénix. ¿Mostrarnos a un nuevo portador de la entidad de destrucción? Vale, pero igual el torneo de artes marciales de Dragon Ball no hacía falta. ¿Incidir en la mala leche acumulada que lleva Namor? Lo mismo digo, ya teníamos muy claro que el príncipe de los atlantes estaba de malas pulgas antes de que llegara el pájaro de fuego a la Casa de las Ideas por enésima vez. ¿Profundizar en los personajes Vengadores? Ya ha habido ocasiones más que suficientes para ello. Honestamente, veo más razones por las que este evento es innecesario que razones que lo justifiquen.

Quizás el problema esté en que, desde el principio, Aaron ha abierto demasiadas tramas y no ha llegado a concretar ninguna. ¿Qué pasa con los Vengadores rusos? ¿Qué hay del Escuadrón Supremo de Coulson? ¿Qué pasa con Namor y su guerra contra la tierra firme? ¿Y los vampiros? Cualquiera de estas cuatro tramas habría dado para historias profundas e interesantes, pero en lugar de ello hemos estado jugando a pelear contra Moon Knight, haciendo de niñeras para la nueva Marca Estelar y, ahora, reeditando tramas que el propio guionista ya trilló años atrás cuando se situó al frente de Los Vengadores vs. la Patrulla-X. Personalmente, creo que si hubiéramos leído todas estas tramas en sucesión ahora estaríamos hablando de una gran etapa y no del popurrí extraño que el autor nos ha venido ofreciendo durante los últimos meses.

«¡Esto es un ajuste de cuentas merecido desde hace la tira!«

Lo peor es que todas estas historias van a quedar en el aire en el mismo momento en el que Aaron cuelgue los guantes. Quien le suceda va a tener que hacer o bien como que nada ha pasado o va a tener que lidiar con una serie de situaciones que están demasiado enmarañadas como para no tomárselas en serio. O peor aún, puede suceder que al autor le pongan fecha a su salida de esta cabecera y que el bueno de Aaron trate de dejar la casa ordenada a quien le sigue cerrando todas estas historias deprisa y de cualquier manera. Puede incluso que se cargue a Namor para que otros puedan resucitarlo más calmado. Y puede que Vengadores y Rusengadores hayan de combatir contra el Escuadrón Supremo para acabar tan amigos y con unos héroes prefabricados menos en el tablero.

Los Vengadores #27 (#126)

Y puede que alguien como Hulka, Shang-Chi o Pantera Negra se hagan con los poderes del Fénix, pero eso sería una patata caliente muy complicada para el autor al frente de sus cabeceras y mucho me sorprendería que tal situación se prolongara más allá de unos meses, hasta que el ave de fuego decidiera partir hacia nuevos horizontes.

Llega el Fénix desprende un intenso tufo a lectura ligera. A historia poco profunda que busca ganar tiempo mientras se preparan otras que bien pueden ser la última bala en la recámara de este autor al frente de la colección. Mira que me gusta Jason Aaron, pero esto es de lo peor que le he visto escribir hasta la fecha.