¡Qué poquito queda para la Gala Fuego Infernal! Mientras Emma Frost sigue con los preparativos de la que será la fiesta del año en el universo Marvel, nosotros atendemos a lo que acontece en Madripur con Homines Verendi. Esta malvada organización liderada por unos resabidos e insolentes niños antimutantes que ya molestaron lo suyo a Logan en Lobezno y la Patrulla-X está armando un nuevo equipo de Cosechadores para fastidiar a Kate Pryde y sus Merodeadores y hacerse con el control absoluto de la isla de Madripur.

«Siempre había querido venir a Madripur«

Pero, como ya vimos en el número anterior, los mutantes no se van a quedar con los brazos cruzados, aún cuando una acción directa podría acabar con todo el trabajo realizado a nivel político para conseguir el reconocimiento de Krakoa en las Naciones Unidas. Atados de manos, ¿qué solución les queda a nuestros chicos? Pues actuar bajo el radar, de forma clandestina. Y es ahí donde entra la derivada Morlock. No olvidemos que en su momento decidieron no integrarse en Krakoa junto al resto de mutantes, sino que se mantuvieron al margen, trasladando su residencia a Río Verde, en Arizona. Sin embargo, desde el principio han mantenido una relación de colaboración, principalmente a través de Frost y los Merodeadores. Así, en un momento tan delicado (diplomáticamente hablando) para los krakoanos, la participación de Calisto y los suyos se vuelve crucial.

Gerry Duggan, que es quien ha creado el problema, se busca las «lagunas legales» para que los mutantes puedan actuar en Madripur contra los Cosechadores y Homines Verendi sin que dichas acciones tengan consecuencias políticas. Pero no nos emocionemos, la solución que plantea es la del simple cambio de cromos. Si Piros o el Hombre de Hielo no pueden aporrear a unos cuantos malosos, lo hacen Máscara o Felicidad.

La apretada agenda de Merodeadores y con la Gala Fuego Infernal a pocas fechas de celebrarse, el guionista (esta vez acompañado de Stefano Caselli a los lápices) tiene poco espacio para desarrollar el argumento y este asalto queda a medio gas. Parecía que podía apuntar alto y darnos al menos dos o tres entregas de un intenso enfrentamiento tanto cuerpo a cuerpo como económico y político, pero se resuelve con un par de descafeinadas peleas (estos Cosechadores no suponen ninguna amenaza) y una explosión.

Habrá que esperar a que se celebre la gran fiesta mutante para descubrir cuál será la respuesta de Homines Verendi ante esta última derrota a manos de Kate Pryde y los Merodeadores (y Morlocks).