¡Al espacio! Bueno, más o menos. Los Merodeadores se trasladan a Arakko por trabajo en el arco que empieza en estas páginas. Donde acaben cuando termine la aventura lo sabremos pronto, pero con el tono con el que Gerry Duggan está trabajando el relato, apostamos a que los krakoanos van a ganarse el apelativo de piratas espaciales en los próximos números. No en vano, Kate Pryde ya tiene experiencias en estas lides en los tiempos en los que coqueteó con los Guardianes de la Galaxia.

«Dime: ¿dónde está la Reina Blanca de la raza mutante?«

Para esta aventura Duggan hace valer su experiencia en Star Wars (franquicia para la que escribió una miniserie sobre Chewbacca) y traslada tropos y códigos de dicho universo al contexto de los mutantes. Por traerse se trae incluso a Phil Noto (con quien además trabajó en Chewbacca), lo que ya es bastante indicativo de las intenciones del argumento que nos ocupa. Tenemos a un trasunto de Lando Calrissian, a unas Emma y Kate (armada con un bláster) tan fanfarronas y atrevidas que bien podrían sustituir a Han Solo y Chewie, e incluso una cantina tan dada a los problemas como la famosa cantina de Mos Eisley. Y mientras el núcleo duro de Merodeadores se mete en líos en Arakko, en La Tierra se abre un intrigante nuevo frente.

Con Inferno ya a las puertas y el final de Merodeadores a tres entregas de distancia (al menos en lo que respecta a la etapa actual encabezada por Duggan), parece que el escritor neoyorkino quiere despedirse con una aventura ligera, alejada del escenario habitual de la colección y con la que pueda jugar sin peligro después de unos meses muy ajetreados para todos sus personajes.

En este sentido, la puesta en escena resulta muy divertida, ya no solo por los continuos guiños a la citada Star Wars, sino por la naturaleza que adquieren algunas de las dinámicas entre los personajes (ahí tenemos el ejemplo de Sebastian Shaw, rendido por fin a la evidencia de la superioridad de las dos lideres mutantes). Y despierta, además, la necesidad por parte del público de saber más acerca de la excursión espacial de Emma citada en estas páginas, pero de la que no se dan detalles. Si llegamos a descubrir cómo Solo le quitó el Halcón Milenario a Lando, confiamos en que algún día se resuelva el misterio entre Land… Eden Rixlo y Frost expuesto aquí.

Como curiosidad, el número publicado por Panini Cómics trae como complemento una pequeña historia de una página ilustrada por Nina Vakueva y escrita por Mariko Tamaki en la que Emma Frost nos descubre cuál es su secreto para estar siempre perfecta, como la Reina (Blanca) que es.