«Tu espada ya no es lo que era«

Cuando el otro día hablaba de lo diferente que es el mundo del manga hoy de cómo era hace veinte años me refería a cómo han ido evolucionando los métodos, las historias, los personajes y la manera en que estos interactúan entre sí. Otra cosa muy distinta es cómo ha evolucionado nuestra sensibilidad y cómo, al regresar años después a una historia en principio bien conocida, somos capaces de sacarle nuevas lecturas y entendimientos mucho más profundos.

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurái fue en mi primera visita un shonen más, con un protagonista bipolar que pasaba rápidamente de ser un pardillo a un aguerrido guerrero y una colección de secundarios al uso. Sin embargo, en este regreso que Panini nos está permitiendo hacer a la obra de Nobuhiro Watsuki, luce mucho más el cuidado que tuvo el autor por los detalles a la hora de hablar de un Japón que estaba inmerso en una época de cambios sin precedentes con su apertura hacia el exterior y el abandono del sistema feudal y de los samuráis. Entre pelea y pelea, Watsuki nos habla de aquellos guerreros que participaron en el cambio y de aquellos que se opusieron al mismo, ambos obligados a vivir en una nueva época que, sin embargo, no contaba con ninguno de ellos más allá de los oportunos puestos de poder repartidos entre los vencedores. Se convierte así esta revisión en una oportunidad de oro para asomarnos a una época de la historia de Japón que, por supuesto, no se estudia en nuestras escuelas.

«Su nombre es Shingetsu y hasta hace dos años era un villorrio como cualquier otro«

Se encuentra la colección enfrascada en el viaje de Kenshin desde Tokio hasta Kioto para allí enfrentarse al que se convertirá en el enemigo más formidable y carismático de la colección: Makoto Sishio. De nuevo, en la primera lectura que hice de este manga, hace décadas, me quedé con lo más llamativo y lo más relacionado con el puro entretenimiento que nos ofrecía esta obra. Ahora me encuentro con que, en un Japón que aún no termina de tener muy claro que eso de la apertura venga a ser una buena idea para la nación, comienzan a brotar líderes, salidos de esas facciones de las que hablaba en el párrafo anterior, que buscan bien beneficiarse de la situación de caos del momento, o bien imponerse por la fuerza y, mediante la misma, regresar al sistema de gobierno anterior. Nada que no conozcamos bien en nuestro país, ¿no?

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurái #4

En este viaje a Kioto de Kenshin también entramos en contacto con otra facción de los afectados por el cambio de un sistema de gobierno a otro. Siempre nos centramos en los guerreros o en quienes toman las decisiones pero, ¿qué pasa con el pueblo llano? Pues una vez más podríamos rebuscar en nuestra propia historia para encontrarnos con gentes que tan sólo quieren seguir con sus vidas, sus trabajos y sus familias; personas a las que les da bastante igual el color y el modelo de sus gobernantes siempre y cuando no les maten de hambre ni les metan en guerras innecesarias. Son estas gentes las principales perjudicadas cuando el resto de personajes se enzarzan en sus batallas por el poder o la oportunidad. Y esto queda reflejado a la perfección en unos capítulos finales para este tomo que nos ponen la piel de gallina.