Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #7

Rurouni Kenshin. La Epopeya del Guerrero Samurai #7: Los Diez Espadas

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #7«A partir de ahora te confiaré todo el trabajo sucio«

 

Llegamos por fin al momento definitivo de las peleas en la reedición de Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai que están llevando a cabo las gentes de Panini. Todo lo que hemos leído a lo largo de los últimos cuatro tomos (estamos hablando de más de la mitad de la serie) nos conduce a la serie de batallas previas al enfrentamiento final de Kenshin contra el malvado Makoto Shishio. Este séptimo tomo de la preciosa colección que nos está quedando no podía haber quedado mejor cuadrado, con un comienzo que nos regala algo de calma y regocijo justo antes de lanzar a los personajes a la batalla final y que da, incluso, para que alguno de los antagonistas pueda tener algo más de desarrollo. Con todo, me queda muy claro en todo momento la época en la que fue publicado este manga y la poca o nula necesidad que se sentía en aquellos tiempos por darle un trasfondo o un desarrollo mínimo a todos y cada uno de los personajes que participaban en la trama.

 

Así, este tomo está repleto de caracteres que tan sólo sirven para mantener ocupado a tal o cual personaje o que, sencillamente, sirven para justificar que la acción ocurra tal y como el mangaka ha decidido que tiene que ocurrir (y eso sin hablar de Yumi, reducida a una mera guía turística de la base secreta de Shishio, que es como el Marina D’Or de los villanos). Esto, lejos de echarnos para atrás, lo que debe hacernos es reconocer y agradecer la tremenda evolución que ha experimentado el mundo del cómic (no sólo el manga) a lo largo de las últimas dos décadas. Personajes que eran secundarios en los cómics de los años noventa son hoy los protagonistas indiscutibles de algunas de las historias más exitosas y los autores se preocupan hoy mucho más por que conozcamos a sus personajes (no sólo a los protagonistas, sino a todos) y las fuerzas que los mueven. En última instancia no podemos olvidar que los autores actuales fueron los ayudantes (en muchas ocasiones) de los autores de la generación pasada y que muchas de las historias que leemos ahora con avidez provienen de sus deseos de llevar el trabajo de sus maestros más allá, a un terreno que sólo ellos veían. Así es como funciona el mundo del manga y por eso reediciones como esta son tan importantes para conocer de dónde vienen los éxitos del presente.

 

«Si tanta prisa tienes por morir, que así sea«

 

Volviendo a este tomo, en él vemos las luchas de Sanosuke contra el abad Anji, Saito contra el ciego Usui y la definitiva del propio Kenshin contra Aoshi Shinomori. Además, de vuelta en Kioto, también somos testigos de la pelea entre Yahiko y el volador Hen’Ya. Como viene siendo habitual e este manga (con la posible excepción del combate de Saito), las batallas tienen un componente de acción y otro fuerte componente de enfrentamiento entre ideologías, escalas morales o, sencillamente, maneras de reaccionar ante las vicisitudes de la vida. Así, Sanosuke defiende su manera de tratar de vivir en la era en la que había nacido a pesar de no estar de acuerdo con sus fundamentos y el protagonista de este manga trata de convencer a Aoshi de que la violencia gratuita jamás hará justicia a sus compañeros muertos tras enfrentarse al propio Battosai al principio de toda esta historia.

 

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #7

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #7

 

Decía que la excepción es el policía y antigua némesis de Kenshin (su Vegeta, vamos) y es que su combate contra Usui termina de una manera tan salvaje y descarnada que un servidor ha tenido que leerlo un par de veces para confirmar que se trataba de un suceso real y no una ensoñación de alguno de los personajes. Por otra parte, el combate de Yahiko, por corto que termine siendo, es uno de mis favoritos de este tomo, porque reivindica a la perfección el papel de este discípulo tanto de Himura como del dojo que regenta Kaoru, destacando con puntería la manera en que este personaje ha crecido y evolucionado.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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