Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #6

Rurouni Kenshin. La Epopeya del Guerrero Samurai #6: Crecimiento y aprendizaje

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #6«Esas llamas que jamás se enfrían se modularon en forma de voz y un día empezaron a contarme toda la verdad«

 

Sexto volumen de la edición de lujo con la que Panini está recopilando la colección de Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai. Si en el anterior volumen asistíamos al viaje de los amigos hacia Kioto y a las aventuras que sucedían por el camino, en esta entrega asistimos al entrenamiento del protagonista para alcanzar su verdadero potencial al tiempo que las piezas del gran plan de Makoto Shishio van encajando y los amigos de Kenshin terminan de reunirse en la antigua capital de Japón. Al mismo tiempo, asistimos a la conclusión de la batalla por el alma del Onibawan-shû entre el anciano Okina y el despiadado Aoshi, una pelea que enfrenta a la persona más querida por Misao con aquella a la que más ha admirado siempre.

 

¿Es este entonces otro tomo de transición? Sí y no. A Kenshin le vemos poco más que recibiendo golpes y sermones durante gran parte del tomo, pero todo lleva a que el personaje de verdad crezca y acepte su nueva realidad, más allá del concepto de samurái errante y ex-asesino para el gobierno. La kunoichi a la que conociera Kenshin durante su viaje, por su parte, se ve forzada a crecer y abandonar sus antiguas creencias tras descubrir la verdad acerca de Aoshi y el final de quienes fueron sus leales compañeros. Como decía en el título, hay un aprendizaje y un crecimiento en este tomo que son del todo necesarios para lo que está por venir en la serie de Nobuhiro Watsuki y que comenzamos a desarrollar a partir de la segunda mitad de este sexto número.

 

«¿Acaso te enamoraste de mí por mi ‘aspecto externo’?«

 

Con todos sus esbirros por fin reunidos en Kioto, Shishio lanza una ofensiva sobre Japón en dos tiempos y a dos niveles con la esperanza de confundir a su enemigo y derribar al gobierno en un ataque relámpago. Para llegar a este punto Watsuki nos ha presentado a una gran cantidad de personajes nuevos (futuros villanos) que han ido apareciendo de forma escalonada desde el tomo anterior (con los ejemplos de Anji o Hôji) e, incluso desde hace dos tomos (cuando aparecieron por primera vez Sôjirô y Yumi). Está claro que todos y cada uno de estos villanos terminará por enfrentarse con Kenshin y sus amigos y aliados y me resulta curioso, porque su presentación me recuerda vagamente a aquella que hiciera Eiichiro Oda con sus diez Supernovas. Más curioso aún cuando uno cae en que el interesante personaje de Kamatari (homosexual y travestido) fue creado por el autor de One Piece cuando estaba a las órdenes del escritor de esta obra, demostrando ya desde entonces su apertura de mente y su capacidad para apostar por lo que ahora está mucho más normalizado.

 

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #6

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #6

 

Me gusta también como se resuelve este tomo (que, por cierto, contiene una historia extra de regalo). Watsuki lo dispone todo para una batalla en pleno cuartel general del gran villano, pero la manera en que llegamos ahí reivindica el personaje de Sanosuke más allá del importante papel de los espadachines en este manga y nos permite disfrutar de una victoria momentánea y un momento de descanso antes de la gran ensalada de cuchilladas que nos espera en el séptimo volumen de esta colección recopilatoria. Vuelvo a insistir en que, además de que Kenshin ha envejecido bastante bien dentro del mundo del shonen, esta obra nos permite entender mucho mejor todo lo que vendría después en el mundo de la viñeta japonesa… más allá de los desmanes de su autor.

Acerca de RJ Prous

Avatar de RJ Prous

En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados