Demon Slave #4

Demon Slave #4: Esclavos del deseo

Demon Slave #4«Por lo que he visto en internet y en los libros, a los chicos les gustan las tetas grandes«

 

Así, con una frase tan profunda y rica en contrastes, comienzo la reseña del cuarto volumen de Demon Slave, la obra de Takahiro con dibujos de Yohei Takemura que nos está trayendo Norma Editorial. Pero es que a estas alturas ya poco puedo ocultar de un manga que, en su afán por resultar cada vez más provocador y atrevido ha convertido a su protagonista en una especie de juguete sexual con el que se divierten los personajes de los dos bandos en conflicto en esta historia de mundos paralelos y mujeres con poderes. El manga, llegados a esta entrega, se ha convertido en una excusa para ver chicha y los combates pueden contarse con los dedos de una mano en esta ocasión. No me cabe duda de que Takehiro tratará de dotar a las mujeres de Mato de algo más de profundidad en su por ahora desconocida historia, pero por el momento me resulta del todo inexplicable el motivo de las acciones que contemplamos en este volumen.

 

Y es que por fin vemos en acción a la hermana de Yûki (una chica con la palabra incesto grabada en la frente) y la vemos con el único objetivo de secuestrar a su hermano y llevárselo lejos de su escuadrón. El motivo, como digo, es bastante oscuro (aunque se menciona que ella y sus compañeras pretenden atacar a las humanas por alguna razón que no ha trascendido, digo yo que por mantener un poquito el interés), pero el resultado es que nuestro protagonistra termina este volumen convertido en una especie de mascota para estas féminas… Algo muy poco distinto de lo que ocurre en la Brigada Antidemonios, pero sin el tema de hacer las tareas del hogar, por lo que aquí el colega se convierte básicamente en una cosa que manosear… y lamer.

 

«No hay nada que esconder, pues bello es tu cuerpo«

 

Creo que lo que más me inquieta de todo esto es la apariencia de gran parte de los personajes de adolescentes y (lo que es peor) pre-adolescentes. Vale que éste es un manga destinado a sobreexcitar las hormonas de chavales que necesitan muy poco estímulo para lanzarlas a bailar, pero la idea de tener a chavales de entre doce y catorce años jugando a los médicos en un mundo paralelo no termina de encajar bien en la mente de un señor que estudió para maestro. Qué queréis que os diga, no termino de verlo, ni tampoco me apetece imaginármelo. Será que no soy el público objetivo. Pero lo cierto es que hay otros personajes con apariencia de mujeres bastante adultas… Y ahí ya no sé realmente qué pensar.

 

Demon Slave #4

Demon Slave #4

 

Tambien es verdad que Demon Slave se queda en el ecchi (manga erótico) sin llegar a mostrar nada cien por cien sexual. Pero según recuerdo, el ecchi de cuando yo era un chaval de las edades a las que va dirigido este cómic era bastante menos intenso de lo que me estoy encontrando aquí. Takahiro se curra un guión divertido y ágil y los dibujos de Takemura son muy buenos, pero siento que tanto a la hora de leer este manga como cuando lo estoy reseñando tengo que ponerme en una pestaña de modo incógnito del navegador. No vaya a ser que termine la lectura escuchando el ruido de sirenas de policía en mi puerta.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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