Demon Slave #8

Demon Slave #7-8: Y aún así funciona

Demon Slave #8«Jugar conmigo a placer…«

 

Ha llegado un punto en Demon Slave en que la historia avanza a velocidad de crucero y quienes tenían que bajarse de este barco ya lo hicieron hace bastante tiempo. Sus puntos fuertes, que los tiene (su dibujo, lo dinámicas que son sus peleas, el mundo que propone…) son bien conocidos y los mismo pasa con esas debilidades (mayor atención al componente picante que a la coherencia, la velocidad con la que pasamos de unas tramas a otras…) de las que tanto hemos hablado. Llegados a este punto, Demon Slave está para que la disfruten sus lectores y para que quienes tratamos de mirar esto con algo de objetividad las pasemos canutas y no tengamos más remedio que reírnos un poco cuando nos encontramos con que estamos leyendo el manga de Takahiro y Yohei Takemura como cuando éramos adolescentes y ocultábamos según qué cosas de la vista de nuestros padres.

 

La trama, tras las batallas de los anteriores tomos, se tranquiliza un poco (en el tema de combates, que en lo otro sigue a tope) y esto nos permite conocer en estos dos tomos a un buen número de nuevos personajes, tanto de la Brigada como de la familia de las Azuma, sobre la que versa casi todo Demon Slave #8. También pasamos a prestarle especial atención a la habilidad de Kyôka para legar las cadenas que hacen de Yûki el esclavo de la brigada a cualquiera de sus compañeras. Esto tiene, por supuesto, el bonus adicional de que ahora cualquiera puede utilizar a nuestro protagonista cuando se transforma y, como no, ha de ‘recompensarle’ en cuanto termine la actividad que le haya encomendado.

 

«Te voy a partir la cara antes de que puedas comprenderlo«

 

No me pondré aquí a reflexionar demasiado sobre lo inocentón que debe ser nuestro protagonista cuando le ha metido mano media Brigada Antidemonios japonesa y aún las recompensas que llega a soñar pasan por breves masajes o fugaces restregones que no van nunca a nada más (lo que ocurre con Yakumo Ezo en Demon Slave #7 no me creo ni de coña que termine donde nos dicen…) Lo bueno es que esto, por primera vez, puede que le estalle en la cara a Yûki (pobre de él) cuando la que deba recompensarle no sea otra que la poderosísima Ren Yamashiro, poco acostumbrada a mostrar su lado más frágil ante terceros (y mucho menos ante un simple varón).

 

Demon Slave #8

Demon Slave #8

 

Rematamos esta dupla de tomos con el banquete de las Azuma, un evento en el que Yûki podrá pasar un poco más desapercibido (y menos mal, porque Ren le deja para el arrastre) para que la atención pueda centrarse una vez más en un personaje que me da en la nariz que les ha molado muy fuerte a los creadores de esta obra: Himari Azuma, que tendrá una nueva oportunidad de hacer evolucionar sus ya de por sí interesantes poderes. Además, para estas dos nuevas entregas, Norma Editorial ha decidido comenzar a incluir pequeños regalos en forma de láminas o pequeños pósters coloreados, así que los fans de la serie no pueden quejarse… Bueno, sólo un poco, ya que la calidad de impresión del octavo tomo ha sido tirando a pobre y en su primera lectura ya comenzó a perder páginas, una cosa que no me ocurría con un manga en este país desde hace años.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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