«Yo me adelantaré… y te esperaré en el infierno«

Termina por fin el larguísimo arco de Kioto. Llegamos al principio de este volumen a la conclusión de la batalla entre Makoto Shishio y Kenshin con una resolución dramática y brutal a la altura de todo lo que hemos venido leyendo en los tomos anteriores que, además, sirve prácticamente para cerrar toda la trama principal de este manga. Y es que esto es así: al finalizar la trama de Shishio y sus Diez Espadas se pone fin a la amenaza que pende sobre la nueva época que está viviendo Japón, Kenshin abandona definitivamente su vida de samurái errante y todo el mundo retoma su vida en Tokio, ya sin grandes amenazas en el horizonte. Personalmente, creo que el manga que Nobuhiro Watsuki que está reeditando Panini en nuestro país debería haber cerrado su historia aquí. ¿Habrían quedado cosas por contar? Probablemente, pero las principales habrían quedado dichas y el resto podrían ser los propios lectores quienes las imaginaran.

Sin embargo no es así, comienza también en este Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #9 una nueva historia que implica la aparición de enemigos cada vez más rocambolescos que después de lo alto que apuntaba Shishio, se mueven esta vez por una venganza contra Kenshin que, ¿por qué no?, va a amenazar a todo ser humano que haya compartido una bocanada de aire con él en los últimos años. Quizás un poco exagerada la venganza, ¿no? Pero es que después de lo de Kioto subir el listón es francamente complicado.

«Lo único que podemos hacer nosotros es tener fe en que estamos haciendo lo más adecuado… y luchar por ello«

Bien es cierto que durante algunos momentos de la saga de Kioto se han venido sembrando semillas para lo que está por venir, pero da la impresión de que, en la cima de su popularidad, Shueisha se resistía a dejar marchar a Kenshin y las hordas de lectores que lo seguían semanalmente en la Shonen Jump (a los que había que sumar los lectores de tomo y, muy importante, la enorme cantidad de lectores internacionales que esta serie cosecharía). Con todo, la saga que ahora comienza no se apoya en la nada y nos brinda una nueva oportunidad para profundizar un poco más en el rico elenco de personajes secundarios que rodean a nuestro protagonista al tiempo que nos asomamos una vez más al tormentoso pasado de Kenshin y a los muchos pecados que cometió en nombre de un Japón mejor y más avanzado.

Rurouni Kenshin: La Epopeya del Guerrero Samurai #9

Sin entrar a valorar una saga que aún está por desarrollarse, me quedo de este tomo con las tristes reflexiones del bueno de Yahiko. Tras derrotar a Shishio y en medio de las celebraciones, la corrupción que anida en el nuevo gobierno le golpea en la frente al tiempo que se entera de que varios de los enemigos a los que han derrotado en esta cruenta batalla han pasado a formar parte de las fuerzas de defensa del Japón en el que vive. La constatación de todo esto lleva al chaval a cuestionarse la validez de todo por lo que han luchado y la respuesta que le da Kenshin (la que precede a estos dos últimos párrafos de esta reseña) no puede ser mejor, más honesta, tierna y a la vez dura.