«¿Estás huyendo… otra vez?«

Tras la declaración de intenciones que supuso el primer volumen de esta colección, tal y como os contaba Daniel Lobato hace unos meses, llega la segunda entrega para asentar la historia y mostrarnos el camino que parece que van a recorrer Hisako (Armadura), Mei (Tormenta de Mayo) y su grupo creciente de amigas con poderes aún por descubrir. Aparece en el horizonte una secta formada por mutantes, con unos turbios (o en el mejor de los casos poco claros) objetivos en mente, y se aclara la identidad del personaje que ha estado acosando a la protagonista de esta colección desde su primer capítulo. que no es otra que la de uno de los viejos enemigos de la Patrulla-X, pasados por el rodillo de la fértil imaginación con la que Peach Momoko está insuflando nuevos aires a los mutantes.

A través de esta artista Marvel ha logrado algo que lleva años intentándose desde Norteamérica con muy dispares resultados: mezclar sus universos comiqueros de héroes y mallas ajustadas con la todopoderosa maquinaria del manga nipón. Tanto la Casa de las Ideas (con cositas como Lobezno: ¡Snikt!) como la Distinguida Competencia (Batman y la Liga de la Justicia, por ejemplo) han tenido sus más y sus menos en el terrenos de las adaptaciones al manga de sus personajes e historias (con resultados que van desde lo muy interesante hasta lo ligeramente sonrojante) e, incluso, en cruces loquísimos como aquel que viéramos en 2014 de Los Vengadores con Ataque a los Titanes. Sin embargo, me da la impresión de que ha sido el éxito de series como My Hero Academia o One Punch Man lo que ha hecho que desde los despachos de la editorial estadounidense comiencen a cambiar en su manera de proceder.

«Me he sentido poderosa por vez primera«

Precisamente, estos dos mangas se inspiran de una manera muy libre (uno más que el otro) en el tema de los superhéroes americanos para llevar luego todas estas ideas al terreno del cómic japonés con la total libertad de ser series independientes. Su éxito arrollador coincide en tiempo con muchos de los intentos marvelitas por acercarse a Oriente (la serie de Kohei Horikoshi es de 2014 mientras que el manga de One se crea en 2009 aunque no comienza a serializarse en serio hasta 2012) y me hace pensar que es el germen de la idea de Marvel de ‘prestar’ sus personajes a Momoko para sus ya más que conocidas Demon Days y Demon Wars. Lo que nos llega ahora no es sino la confirmación de que el experimento adquiere la categoría de gran apuesta editorial que une con total frescura y naturalidad los mundos del manga y de los superhéroes norteamericanos en un cómic que no le debe nada a nadie y que, por lo tanto, discurre con total libertad para contar su propia historia.

Ultimate X-Men #2

Esto se traduce en que la colección de Panini es fantástica para aquellos que miran desde fuera y con temor el peso de las décadas de historias de mutantes as la hora de atreverse a entrar en el universo marvelita. Pero también es todo un regalo para quienes llevamos años leyendo y releyendo las grandes gestas de los mutantes y ansiamos por volvernos a encontrar frente a una nueva agrupación de gente con poderes cuyo pasado, futuro (e incluso presente) nos resulte un misterio por resolver. Ultimate X-Men es una gozada que nos ofrece nuevas historias y aventuras con personajes que nos recuerdan levemente a otros que ya conocemos, pero que son completamente diferentes: tal y como debería ocurrir en un universo distinto del que hemos conocido hasta ahora.