Haro Aso y Kotaro Takata sorprenden a propios y extraños con el más reciente volumen de Zom 100. Quizá pensando que los últimos acontecimientos implicarían un aumento de velocidad, acortando la vida potencial de la obra, los autores han decidido hacer un pequeño impasse cambiando la amenaza y cediendo el protagonismo a otros personajes.

«Vaya, vaya… ¿ya estáis despiertos?«

Akira ya no lleva la voz cantante en este tomo. Es más, ninguno de los cuatro componentes originales de la troupe tiene una gran presencia. Son Takemina e Izuna (el experto apostador y la gamer), las últimas incorporaciones al grupo, quienes cogen el mando de la situación y se adentran en una perturbadora estancia que esconde peligros mucho más temibles que los zombis que han acabado con todo Japón.

Tanto el título del artículo como la sinopsis con la que Panini Manga promociona en tomo dejan poco lugar a las dudas. Takata y Aso aprovechan que la ocasión lo permite (no teníamos ninguna trama a medio hacer, ni los personajes tenían mayores planes) para hacer un alto y rendir tributo a los clásicos slashers que marcaron el cine de terror a finales de los años 70 y buena parte de la década siguiente.

Resulta muy divertido ver desde el prisma japonés y en un zombificado contexto cómo funcionan algunos de los códigos básicos de un subgénero del terror eminentemente anglosajón. Pero todo tiene «truco». Lejos de ser un viraje gratuito, esta exploración de otros tipos de terror está bien trabajada desde el propio contexto de la serie, muy consciente de los terrenos en los que dispone a sumergirse. Buena parte de la culpa la tiene Izuna y su visión gamer del mundo que relaciona enseguida un par de muertes violentas y una casa en lo profundo del bosque con la premisa base de un survival horror.

Esto lo hace incluso más divertido. Lectores y personajes compartimos referencias y vemos el homenaje sin disimulo. Conocemos los códigos y los protagonistas actúan en base a dicho conocimiento intentando -no siempre con éxito, de otra manera no tendría gracia- esquivar las expectativas para salir con vida del lugar.

Zom 100 no deja de sorprender. ¿Cuál será la siguiente parada de nuestros protagonistas?