Zom 100

Zom 100 #18: Zombis del espacio

Zom 10023 objetivos. Quedaos con este número, porque son los puntos que les restan a Akira y sus amigos para completar la lista de «100 cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi» una vez llegado al final de este tomo 18. Pero tiene truco, porque la lista en sí está incompleta con aún cinco objetivos por definir. Es decir, tenemos aventura para rato.

 

«Yo me doy por satisfecho, Takemina»

 

Más aún si los arcos se extienden tanto como Espacio de los muertos, que arrancó en el volumen anterior y se extiende hasta el final de este que nos ocupa. En defensa de Haro Aso y Kotaro Takata, no se han tomado más tiempo del indispensable para desarrollar una aventura que ha resultado ser de lo más trascendental para nuestro conocimiento (y el de los protagonistas) del apocalipsis zombi. Eso, y que como podemos comprobar con la lectura, volver del espacio no es tan fácil como llegar a él.

 

A lo largo de los cuatro capítulos que componen el tomo vemos a todos los personajes disfrutar de su minuto de gloria. Desde Takemina hasta Beatrix, todos los miembros de la troupe tienen su momento bajo los focos, muestra de la coralidad con la que los autores conciben la historia, más allá del evidente protagonismo de Akira, no en vano la lista que persigue el grupo fue iniciativa suya.

 

Pero al margen de estos momentos de protagonismo compartido, que son los que aportan los momentos más descacharrantes del tomo, la atención se centra en dos focos. El primero es el que hemos adelantado: el conocimiento sobre el apocalipsis zombi, concretamente el punto de origen del mismo. Si bien este descubrimiento no tiene implicaciones prácticas para nuestros protagonistas -lo hecho, hecho está- sirve para despejar algunas dudas, pero también para presentar nuevos interrogantes. Y es que para mantener el interés, nunca hay respuestas sin nuevos enigmas. Además de esta información, se dan también un par de pequeños pasos que marcarán la dinámica en el corto plazo de la serie. Así, después de un tiempo en el que el conflicto de fondo (la hecatombe zombi) parecía no avanzar, este retoma el ritmo.

 

«Me alegro por ti, Akira»

 

El segundo foco mencionado se refiere al señor Ukaji, director del centro espacial al que dieron a parar los protagonistas en el tomo anterior y con quien comparten el viaje espacial en el actual. Es interesante porque recibe un tratamiento muy personalizado respecto al de otros secundarios que han pasado por la serie. Tanto que prácticamente se le dedica un capítulo entero a su historia personal. Y esto es así porque, en el fondo, no deja de ser un tipo de carácter similar a Akira. También esclavo del trabajo durante años (aunque a diferencia de Akira él sí triunfó en términos económicos), supo escapar de la alienación social y perseguir sus sueños, por locos que fueran.

 

El mensaje de Zom 100 sigue siendo el mismo: persigue tus sueños, pero sin deslomarte demasiado, lo importante es disfrutar de la vida.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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