¡Qué poco le dura la tranquilidad a nuestros protagonistas! En el volumen anterior dejamos a Akira y sus amigos felices de haber encontrado un oasis en medio del apocalipsis en el pueblo donde se crió nuestro descarado héroe. Y así empieza este quinto volumen de la serie de Haro Aso y Kotaro Takata, con Akira y compañía descubriendo las bondades de la vida rural… hasta que llega el envidioso de turno y lo fastidia todo.

«Deja ya de jugar, anda»

En esa cuarta entrega también conocíamos -aunque muy de refilón- a Kanta Higurashi, quien prometía venir con no muy buenas intenciones. Una promesa que cumple sobradamente en este quinto capítulo de la colección. Presentado como una suerte de reverso oscuro de Akira, Higurashi tiene por objetivo cumplir todos sus deseos antes de convertirse en zombi. Exactamente igual que nuestro protaognista. La diferencia es que mientras uno anhela pasar tiempo con la familia, conducir una moto o hacerse unas rastas; otro desea hacer sufrir a quienes le rodean por puro sadismo y envidia.

La primera parte del volumen sigue la línea del tomo anterior, explorando la vida en el pueblo, libre de zombis y del estrés de la gran ciudad. En el trabajo con las manos y las interacciones con los vecinos, el grupo parece relajarse y econtrar algo cercano a la felicidad después de demasiado tiempo luchando por salvar la vida. Una pausa necesaria y muy agradecida para los personajes y, en parte, también para nosotros como lectores, pues nos permite verles en una tesitura desconocida hasta ahora (sobre todo con la siempre recta Shizuka).

En la segunda, sin embargo, las cosas se tuercen irremediablemente y la lucha por sobrevivir vuelve a ser la nota dominante. Con el agravante, además, de tener que proteger a todo un pueblo de las hordas de zombis y del malnacido Higurashi. Sin duda, este villano supone el mayor reto al que se ha enfrentado Akira hasta ahora; más incluso que el pseudo-Negan del tercer tomo. La altura de la amenza nos hace suponer también que estamos ante un evidente punto de inflexión en la serie. La trama seguirá avanzando en la sexta entrega y a partir de ahí el escenario tiene visos de cambiar irremediablemente. En este sentido, de cumplirse las previsiones, Aso y Takata refrendarán el espíritu libre de Zom 100 respecto al grueso de propuestas sobre muertos vivientes a las que estamos acostumbrados. Pronto lo sabremos.