Jaco, Ômori y Thigts

Jaco. The Galactic Patrolman: El episodio cero de la leyenda

Dragon Ball vuelve a estar de moda (si es que algún día dejó de estarlo). La obra magna de Akira Toriyama está de plena actualidad gracias a sus nuevas incursiones en el anime (en forma de serie y de una nueva película), los videojuegos (con Dragon Ball Xenoverse) y con la obra que ahora nos ocupa: Jaco, the Galactic Patrolman.

 

Jaco The Galactic PatrolmanEste tomo, puro Toriyama con su mezcla entre historias cotidianas y comedia absurda dentro de un contexto fantástico y con personajes muy característicos, no es solo una aventurilla ligera con un señor entrado en años y un extraterrestre ególatra y torpón como pareja, sino que es un sentido homenaje a la historia de Goku (plagando el relato de guiños) y una precuela de la misma. En Jaco se narran los acontecimientos previos y se añaden detalles a algunos de los personajes, de forma que asistimos no solo a cómo llega Goku a la Tierra, sino que asistimos a algún que otro cameo y referencias que van de lo sutil a lo explícito.

 

Aunque a diferencia del citado manga, en Jaco podemos olvidarnos de épicos combates o la aparición de seres poderosisimos. Aquí Toriyama abraza su faceta más cómica y costumbrista, en la línea de otro clásico, Dr. Slump u obras más recientes como Sandland (también reseñada en la web).

 

Quede claro –por si no lo está– que esta no es una precuela al uso, ni se centra en sus personajes ni en la mitología, pero sirviéndose de la extendida práctica en el cómic Marvel/DC de la retrocontinuidad, ofrece explicación a algunos puntos que no habían sido abordados por el autor en su momento en el manga original.

 

Jaco está centrada en las vivencias del personaje que da título al libro, una especie de policía intergaláctico que queda varado en la Tierra al estropearse su nave y que encuentra la ayuda de Omori, un viejo ingeniero que vive cual ermitaño en una pequeña isla. La historia va de menos a más, dando la sensación de que el autor ha ido buscando y puliendo el tono de la misma en cada capítulo. Una lectura amena y muy divertida a la que quizás podría achacársele unas excesivas prisas cuando entra en la recta final. Las diferentes tramas se resuelven en unos pocos diálogos y las sorpresas (alguna que otra muy forzada) se suceden sin dar un respiro, generando un cierto desequilibrio con el resto de la obra.

 

En cuanto al dibujo, Toriyama sigue en la línea de los últimos años, con diseños y líneas más simples (que no peores); mantiene también muy activa su capacidad para diseñar vehículos de todo tipo y seres extraños (monstruos y extraterrestres) que le dan un toque muy particular a su universo.

 

En conjunto, Jaco es un manga más que aceptable. No se exige mucho a sí mismo, pero es fiel a sus propuestas y se revela como una lectura indispensable para los fans de Dragon Ball (la nostalgia manda) y para cualquier infante que empiece a interesarse por la lectura y los tebeos.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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