En sus relatos incluidos en volúmenes como Los espíritus de los muertos o en Grandes autores de Vértigo, ya pudimos dar buena cuenta del tremendo talento de Richard Corben en el terreno de las historias cortas, ya fuera como dibujante o como autor completo. En esta segunda faceta, la de autor completo, Planeta Cómic nos lo vuelve a presentar en el recomendadísimo Sombras en la tumba.

Este libro (de casi 300 páginas) vendría a funcionar como una suerte de continuación de Los espíritus de los muuertos. Si bien, mientras que en aquel tomo el veterano historietista adaptaba y reinterpretaba diferentes relatos de Edgar Allan Poe, esta es una colección de historias originales en las que da rienda suelta a sus influencias e intereses. Tenemos desde pequeños cuentos góticos o acotados al llamado «terror rural», a aventuras en las que el desconcierto y lo extraño son las notas dominantes. No faltan tampoco las historias de tradición más clásica que finalizan con algún tipo de moraleja. Y, a poco que hayáis leído algo de la obra de Corben, en Sombras en la tumba encontraréis buena parte de sus constantes como autor: de los ecos a sus admirados Poe o Lovecraft, a un cruel y negrísimo sentido del humor o un concienzudo trabajo en la conformación de ambientes inquietantes.

Sombras en la tumba homenajea a las antiguas historietas de EC Comics, tanto en el tono de muchas de sus historias, en la que la ironía y lo tétrico se dan de la mano, sino también a través de la figura de la Arpía Meg, maestra de ceremonias al estilo del Guardián de la Cripta, que establece un interesante diálogo con los lectores, aportando contexto y profundidad simbólica a los diferentes relatos, además de guiarnos por estos.

Uno de los aspectos más característicos de esta colección es la inclinación por el desasosiego y la pesadumbre de sus cuentos. Este es un aspecto que se vislumbra ya en las primeras historias del tomo, como en Perder el hilo o A las duras y las maduras. Los personajes están envenenados por la desesperanza y en raras ocasiones encontramos «justicia». Sufren tanto culpables como inocentes. Corben ve la tragedia con absoluta normalidad, y esta impregna las historias tomando un cariz cotidiano. Siempre hay excepciones, claro. Pero quien no sufre un destino violento, asume esta naturaleza fatídica en paz.

En el apartado visual, la apuesta por el blanco y negro nos permite deleitarnos con el trazo de Corben de una forma más natural y, sobre todo, del cuidadoso trabajo con las sombras, importantísimas para construir las diferentes atmósferas por las que transitan sus desdichados personajes.

Sombras en la tumba consta de 24 historias, tres de ellas con la colaboración de otros guionistas, pero por destacar alguna nos quedamos con Denaeus, por ser la más extensa de todas y la que cierra esta colección. Aquí Corben apuesta por la influencia de los mitos griegos y nos propone una tragedia en clave de fantasía heroica, aunque el terror sigue estando presente en la narración. El amor, la traición y el duelo forman parte de un relato con el que el veterano autor «recupera» Den, una de sus obras más icónicas y que alcanzó su mayor notoriedad gracias al filme Heavy Metal (1981).