Pacific Rim: Insurrección debía haber cerrado la 15 Muestra Syfy, pero no lo hizo. Los rumores han alimentado nuestra imaginación durante las últimas semanas: Que si era demasiado mala, que si se había producido un secuestro del producto por parte de la productora, que si no querían que opináramos antes de tiempo… Lo cierto es que toda esta historia ha tenido dos efectos que, a la postre, han beneficiado a todos. Por una parte los espectadores (los syfyeros, o los mandanguers) hemos podido alargar la Muestra un poquito más (yo cuento hasta 19 películas este año si sumamos las matinales y la horrorosa Rescate en Osiris). Y por la otra, los asistentes nos esperábamos un mierdote de tal calibre para este martes 20 de marzo que, al salir, no dejaba de escuchar buenas críticas de la simplemente pasable secuela del filme de Guillermo del Toro.
La cinta, que dirige de aquella manera Steven S. DeKnight (¡su primer largo!) para un plantel que encabeza un cada vez más encasillado John Boyega, no es ninguna maravilla y tira por la borda todo el buen trabajo de del Toro allá por 2013, pero es un producto de entretenimiento totalmente válido para ir al cine ahora que comienzan las vacaciones de Semana Santa y demuestra una cosa que debería escocerle bastante a Paramount: Se pueden hacer películas de robots gigantes sin que a los espectadores les entren ganas de arrancarse los ojos. O, dicho de otra forma, ‘Mira y aprende Michael Bay‘. Resulta llamativo que la peor de estas dos películas sea significativamente mejor que alguno de los mejores filmes de la saga sobre los Autobots y los Decepticons. Con todo, a la segunda de Pacific Rim le falta el carácter de su director y no pasa de ser una cinta de aventuras y catástrofes naturales mezclada con una pizca de ciencia ficción. Hace cosa de un mes se estrenó en España la última de Mazinger Z y su planteamiento no se alejaba demasiado de lo que vemos en este filme.
Y ya está. Se acabó. Un año más nos vamos los fans de la Muestra con la intención de tachar días en el calendario hasta que llegue la siguiente. Como siempre, habrá quienes digan que la del año pasado fue mejor, que ya no es lo mismo que cuando se juntaban todos en el Palafox, que si Dolera tal o pascual… Lo cierto es que pocas cosas envician tan fuerte como este festival, una auténtica institución que nos anuncia a los madrileños la llegada de la primavera por todo lo alto.
Hasta el año que viene mandanguers. Nuestros más sinceros respetos a Todd Acosta. Vuelve con nosotros pronto Charles Wallace.
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