«Todo gran cometido debe tener un comienzo, pero es la continuidad hasta el final, hasta que se acaba todo completamente, donde está la verdadera gloria«. Sir Francis Drake, 1587.
Con esta entrada daba comienzo una de las mejores aventuras de la historia de los videojuegos. Así comenzaba Uncharted: El tesoro de Drake, un juego creado por Naughty Dog y que nos ponía en la piel del cazatesoros Nathan Drake, el cual debería desentrañar que se ocultaba en unas pistas que le conducían hasta El Dorado. Hoy, la saga Uncharted está en boca de gamers y cinéfilos por la posible adaptación cinematográfica del mismo, la cual no está siendo nada fácil por la cantidad de problemas que se encuentran, la última ha sido la de perder, de nuevo, al director encargado de llevarla a cabo. Y ya van seis. Y todo esto puede ser una simple advertencia, pero para un servidor, fan absoluto de la saga, solo sirve para seguir pidiendo que dejen en paz a Uncharted y no la adapten al cine. Pues sus cuatro entregas principales son ya una película en sí misma. Una obra maestra.
Uncharted es una saga que debe estar únicamente en el medio para el que nació: Los videojuegos. Es una historia que, dentro del mundo virtual, funciona a las mil maravillas porque deja al jugador ser partícipe de la historia de Nathan Drake, Victor Sullivan y Elena Fisher. Nos deja vivir aquello que quisimos vivir en las muchas de las películas que homenajea ya sea Indiana Jones o Tras el corazón verde, y somos nosotros los que tomamos las decisiones, por donde queremos avanzar o como vamos a afrontar el siguiente desafío. Aunque tenga un guion que seguir y finalmente cuente una historia, lo bueno de los videojuegos es que somos nosotros como llegamos al siguiente punto donde nos contarán que ocurre, no como en una película, cuyo guion cierra todas las posibles rutas que podríamos tomar con los mandos. Y tampoco ayudará que Uncharted pueda convertirse en una historia de aventuras genérica, con los mismos momentos y la misma acción que muchas de las películas de acción y aventura que se estrenan cada fin de semana.
Hace poco, en la presentación de Death Stranding, Nacho Vigalondo dijo que llevar un arte a otro medio para el que no ha sido concebido solo iba a suponer el fracaso de aquello. Y esta frase lo demuestra todas las adaptaciones que se han llevado al cine. Empezando por aquella aberración que supuso Super Mario Bros. Por no hablar de los tres intentos de que Lara Croft sea heroína de cine. Y sin ir más lejos: Assassin’s Creed. Quizás, la única adaptación que ha sabido captar algo del material original haya sido Silent Hill, pero terminó siendo una simple recreación de los mejores momentos del juego. Con esto no quiero decir que todo sea mal, la serie de Netflix sobre Castlevania es una maravilla o quizás Pokémon: Detective Pikachu, que ha conseguido ser una notable adaptación del mundo de los Pokémon. Pero han sido quizás las únicas excepciones. Y al igual pasa al querer trasladar fielmente algo de un medio a otro. Los juegos basados en películas pocas veces consiguen convencer o las películas basadas en libros suelen ser un fiasco.
La saga Uncharted ya es una película en sí misma. Desde el segundo, Naughty Dog ha intentado plasmar el mundo cinematográfico en la saga, pero no fue hasta el cuarto cuando esos ecos cinematográficos se vieron en el propio juego. Uncharted: El tesoro de Drake no era más que un plataformas de acción y aventura que ponía al jugador en un pantalla y tenía que llegar del punto A al B. En Uncharted 2: El reino de los ladrones ya se empezó a ver como la narrativa cobraba una mayor importancia dentro del juego, siendo considerado el mejor de toda la saga. Uncharted 3: La traición de Drake quiso emular en muchas cosas a la segunda entrega pero no estuvo al nivel debido a que también exageraba lo mucho que se destruía el entorno o la cantidad de cinemáticas que surgían. Pero en Uncharted 4: El desenlace del ladrón, Naughty Dog consiguió un perfecto equilibrio entre aventura, acción, cinemáticas y una historia muy buena. Todos juntos son una película espectacular, pues tanto en el 3 como en el 4 también se cuenta parte del pasado de Nathan.
Por todo esto creo que Uncharted es una saga que no debería ir a cine. Es una saga que ha exprimido todo su potencial en consolas, no necesita de una película para ser recordada. Seguramente Uncharted esté entre las sagas favoritas de los gamers, en mis sagas favoritas se incluye. Pero hacer una película de Uncharted sería hacer una película ya vista, con los nombres de la saga, pero sin nada que aportar a la industria. Creo que Uncharted tiene que permanecer en la memoria de la gente y en las videoconsolas, y no dar el salto definitivo al cine.
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