Eso es lo que puede clamar este cómic. El Ministerio del Tiempo es una serie española que ha creado un fenómeno fan como hacía mucho no se veía en nuestro país. Todo un movimiento muy similar al los generados por el mundo de las viñetas que estaba destinado a acabar formando parte de ese mismo arte. Aleta Ediciones da el gustazo a los ministéricos de poder colocar en sus estanterías episodios de la serie, algo que se agradece y que si además atrae lectores al noveno arte mejor que mejor.
Las 112 páginas protegidas con tapa dura de este primer volumen nos sumergen en una historia conclusiva que efectivamente podría estar escrita por cualquier guionista de la serie. Las mentes tras la historia han sido Joseba Basalo y El Torres pero realmente quien ha escrito lo que leemos son el propio El Torres y Desiree Bressend. Ambos se han mantenido fieles al espíritu de la serie y se han preocupado de llevarnos por diferentes momentos de España empleando a su vez a varias celebridades. Adolfo Suarez, Spínola (quien estuvo interpretado en la serie por Ramón Langa), Benito Pérez Galdós, Olivares (el creador de la serie) son situados en esta trama que aporta alguna novedad al producto televisivo.
Si no leyésemos nada nuevo o no se mostraste ningún momento inédito el cómic carecería de sentido. Como demostración de que el guión es el punto fuerte de esta historia podemos decir que descubrimos a un Salvador (Jaime Blanch) de joven bastante reconocible. Pese a ello está acotada en la actualidad de los personajes, aunque no inmediata pues sucede entre entregas de la segunda temporada ya que los agentes ya conocen a Pacino (Hugo Silva) y Julián (Rodolfo Sancho) está presente. A si es que los fans de la serie pueden estar seguros que tendrán información nunca vista en este volumen. Pero por si aquellos no admiradores de la serie de TVE tenían la duda de si este es o no un cómic que poder seguir ya les adelanto que sí. Bressend y El Torres se ha preocupado por los no televidentes y la primera decena de páginas sirven de introducción al Ministerio. Pueden verse algo desbordados al no encontrarse con una explicación del trasfondo de los protagonistas pero están bien presentados y rápidamente sabrán cuál es la peculiaridad y mecánica de esta historia.
Decía que lo mejor es su libreto por que el dibujo y el color no entusiasman. Todo está realizado como con lápices de acuarela con un estilo demasiado difuso y manchado. Si bien reconocemos a los personajes, a los actores y las localizaciones, nos topamos con formas y cuerpos muy grotescos, en ocasiones desproporcionados o amorfos. Llama la atención que veamos esto en una de las splash page principales. Me choca este resultado estando a cargo del dibujo Jaime Martínez, que anteriormente tuvo mejor éxito en cómics como Roman Ritual, el cual compartía también con El Torres.
Si en la serie se rinde honor al cine, a series y por supuesto, a la historia, no era de extrañar que aquí se homenajease a clásicos del comic como Joyas Literarias Juveniles o la Patrulla Fantasma. Como he mencionado aparece Javier Olivares y para su difunto hermano, Pablo Olivares, y Juan Miguel Lara está dedicado este primer ejemplar.
Aunque la misión es muy sencilla y a Julián le asaltan los traumas así porque si, de momento la historia satisface y parece que puede ser el germen de un universo expandido. Si todo acompaña los fans podrán tener una colección a la que recurrir en lo que esperan nuevas temporadas. Tomemos esta publicación como un buen síntoma del carácter de mito que está adquiriendo la serie.
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