El Santuario: Que no te engañen

Hay frases en los posters promocionales de películas que siempre me han echado para atrás. Las del tipo de «De los creadores de…«, «Del guionista de…» o «Del cuñado de…» suelen indicar que la película anunciada no se mantiene bien sola y necesita recordarnos que hay gente detrás que ha hecho otras cosas mejores antes, para ver si así nos anima. Así, miro los carteles de El Santuario y veo en grande James Cameron, Titanic y Avatar… Luego leo con más atención y veo que pone «Del productor ejecutivo JAMES CAMERON. Creador de TITANIC y AVATAR«.

Mal rollo.

Productor ejecutivo. Eso suena a tipo que pone el dinero y poco más. Sobre todo cuando ves que hay ocho productores ejecutivos más en esta película. Intuyo que Cameron ha invertido para ver cómo queda el 3D de sus amores bajo el agua (con la que ya ha trabajado en Titanic y The Abyss) Ya veremos si he acertado cuando saque la segunda parte de Avatar.

La historia:

Titular

Esta película nos pone en la piel de los integrantes de una expedición en un sistema de cuevas bajo la selva tropical. Durante la visita del rico Carl (Ioan Gruffudd), que financia la expedición, y de su novia Victoria (Alice Parkinson) una terrible tormenta los deja atrapados en un laberinto de roca que, poco a poco, se va llenando de agua.

Previsible es decir poco sobre una historia que hace aguas (permítaseme la broma) por los cuatro costados. Típica película de desgracias sobre un grupo que, con el transcurso de los minutos de la cinta, va menguando en cuanto a miembros. Una vez sentado en la butaca, sólo resta hacer quinielas sobre el número de supervivientes. Y es que frases como «¿Qué puede salir mal en una cueva?» sentencian, sencillamente.

Nos venden la historia como «inspirada» en hechos reales. Inspirada que no basada. Andrew Wight nos cuenta su experiencia personal, similar en ciertos aspectos a lo que se cuenta en el filme, pero modificada hasta extremos absurdos.

Los actores:

Casi todos unos completos desconocidos. Richard Roxburgh (que puede sonarnos de la nefasta Van Helsing o de La Liga de los Hombres Extraordinarios) encarna a Frank, un experto espeleólogo con nulas habilidades sociales que siempre está enfadado. Su personaje podría vivir de ermitaño en el desierto y vivir de la caza. Se supone que parte del interés de la película es su difícil relación con su hijo Josh (interpretado por un casi desconocido Rhys Wakefield), pero es tan poco el carisma de los actores que termina dándonos igual si se quieren o se odian.

Un actor que puede que conozcamos más es Ioan Gruffudd (Mr. Fantástico en Los 4 Fantásticos o Lancelot en El Rey Arturo de 2004) La verdad es que pasa bastante desapercibido, no es este uno de sus mejores papeles.

Titular

El director:

Alister Grierson consiguió el empleo de director de esta película durante el rodaje de Avatar. Previamente había rodado varios cortos que fueron bien recibidos en Australia y la película, también australiana, Kokoda… Dicho de otra manera, este es su primer trabajo de envergadura. Para el guión que le ha caído en las manos, la verdad es que no lo hace mal del todo. La película es muy espectacular en cuanto a escenarios e iluminación y, por primera vez para mi experiencia, consigue sacar jugo a la tecnología 3D. Hay momentos en los que el espectador se siente atrapado en la cueva junto con los protagonistas, lo cual llega a ser claustrofóbico, pero tampoco se abusa tanto como para cansarnos o hacer que queramos irnos a respirar a la calle.

La banda sonora:

Lo mejor de la película para mí. Está en manos de David Hirschfelder, autor de las bandas sonoras de Elizabeth y Shine (por las que fue nominado a los Oscar en 1996 y 1998) Acompaña muy bien a la acción de la película y tiene partes en las que podrías cerrar los ojos e imaginarte flotando en el agua de una de las cavernas de la película. Muy interesante si sois amantes de las bandas sonoras.

En resumen:

Sale en mal momento está película, compitiendo directamente con la nominada a los Oscar 127 horas, en la que también hay una historia de supervivencia en un medio hostil (basada, que no inspirada, en hechos reales), pero que al no tener una muerte cada veinte minutos permite al espectador centrarse en el drama y en la épica. Tiene un guión flojo, pero unos escenarios espectaculares y un muy buen uso del 3D. Una película para pasar el rato. Inocua.

Acerca de RJ Prous

Avatar de RJ Prous

En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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