Alita: Ángel de combate

Alita. Ángel de combate: Gunnm según James Cameron (y Robert Rodríguez)

Alita: Ángel de Combate, el proyecto largamente aplazado de James Cameron, es ya una realidad. Aunque a través de la mirada de Robert Rodríguez. Cuando parecía que el director de Mentiras Arriesgadas o Terminator iba a poder hincarle el diente al manga de Yukito Kishiro, se cruzó el mega proyecto de Avatar y sus secuelas y terminó apostando por el realizador tejano para dirigir esta adaptación.

 

Christoph Waltz y Rosa Salazar

 

Ambientada en un futuro distópico, La película nos presenta a Alita, un cíborg rescatado de un vertedero de chatarra por Dyson Ido, un doctor especializado en el trabajo con seres cibernéticos. Una vez reconstruida, Alita inicia un viaje que la llevará a recuperar su memoria perdida y enfrentarse a los males que asolan al mundo en el que vive. Como adaptación, a Alita le sucede lo que a muchos blockbusters. Procura ser más o menos fiel al material original, pero dejando margen para reimaginar ciertos aspectos a fin de hacerlo más accesible al gran público y buscando favorecer la narración cinematográfica. Teniendo en cuenta el tamaño de la propuesta y que la obra original se componía de 9 tomos, la película se esfuerza por condensar la primera parte del manga y deja abiertas las puertas de par en par para la consecución de una saga cinematográfica.

 

Alita tiene mucho del cine de James Cameron. Y el cine de James Cameron tiene mucho de Alita. Como podemos comprobar en Dark Angel, la serie que desarrollara a principios de los 2000 con Jessica Alba como protagonista. Y lo podemos comprobar, sobre todo, en el personaje de Alita, encarnado por Rosa Salazar y que se adscribe muy bien al perfil de protagonistas femeninas del director: carismáticas, independientes, tenaces y con mucho corazón: la Ripley de Aliens – El regreso, Sarah Connor de Terminator o Neytiri de Avatar dan buena cuenta de ello.

 

Rosa Salazar

 

La película se mueve entre este retrato de la heroína en clave de aventura de ciencia ficción con tintes sociales (pensad por ejemplo en Elysium, aquella cinta de Neil Blomkamp con Matt Damon y Jodie Foster) y sagas juveniles distópicas como El corredor del laberinto o Los juegos del hambre. No olvidemos que el personaje de Alita es adolescente. En este complejo equilibrio Robert Rodríguez, el director, se decanta por -el dinero manda- la segunda opción y la película queda muy descompensada entre dos partes bien diferenciadas. La primera se centra en Alita y su descubrimiento del mundo que la rodea y sus habilidades. Y la segunda carga las tintas en la trama amorosa de turno.

 

Así, la impresión que da es que la película va de más a menos. Propone ideas muy potentes y genera enorme interés en su protagonista y el mundo en el que vive, pero pierde mucho tiempo en tramas que no aportan al conjunto y solo ralentizan el ritmo. Pero claro, visualmente es tan impresionante que puede provocar cierto efecto «sedante» y hagamos menos caso del debido a lo manido de algunas situaciones y lo poco aprovechada que está la historia.

 

Keean Johnson y Rosa Salazar

 

En resumen, Alita Ángel de Combate luce mucho y bien (antesala de lo que seguramente nos espere en las secuelas de Avatar), presenta a una heroína muy poderosa que con suerte calará y en unos años la veremos en los tops de mejores heroinas fílmicas y permite a Robert Rodríguez dar el pego como director.

 

Acerca de Daniel Lobato

Avatar de Daniel Lobato

El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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