El blues de Beale Street

El blues de Beale Street: Narrando lo sutil

Tras el éxito de Moonlight y la polémica por ese momento de los Oscars de 2017 que no hace falta que os recuerde, Barry Jenkins se ha convertido en uno de los nuevos y más esperanzadores directores de Hollywood. En esa película ya se dio a conocer un estilo alejado a los convencionalismos y formalidades de la industria, acercándose más a un cine independiente, pero accesible a un amplio público. En su nueva película, El Blues de Beale Street, nos cuenta la historia de un hombre y una mujer que van a tener un hijo, pero él acaba en la cárcel por un delito que no ha cometido.

 

 

Tenemos una historia sencilla, incluso se podría decir que algo típica: una historia de amor que se ve separada debido a las injusticias sociales y raciales de la comunidad afroamericana. Sin embargo se siente muy original por la gran dirección de Barry Jenkins, su sensibilidad a la hora de narrar superan cualquier cliché donde podría haber caído de manera muy sencilla. La presentación de la historia es fantástica, conocemos el problema desde el inicio, pero poco a poco se va revelando la información necesaria para llegar hasta el problema. El uso del flashback está justificado y queda natural y elegante.

 

La fotografía se convierte en un elemento más para no caer en la formalidad de este tipo de historias. Si en Moonlight se utilizaba el azul como hilo conductor de la historia, en El blues de Beale Street predominan colores más cálidos como el naranja, amarillo o verde, utilizando no solo la luz, sino también los escenarios y vestuario para darle aún más detalle y estilo a la narración. El director de fotografía James Laxton no consiguió meterse entre las cinco nominadas a mejor fotografía en los Oscars, pero que no os engañen, ya que es una de las mejores propuestas visuales que veréis este año.

 

 

La pareja protagonista está interpretada por Kiki Layne y Stephen James, los cuales hacen un retrato mayúsculo de lo que significa ser negro en los años 70. Pero el personaje que más destaca por su interpretación sin duda es el de Regina King, encarnando a la madre de la joven. Un personaje poderoso que sin ser la protagonista lleva gran parte del peso argumental. Sin embargo uno de los pocos problemas que encuentro en el film es el comportamiento e interpretación del personaje del policía, bastante artificial y nada creíble, una necesidad de guion que se podría haber resuelto de otra manera.

 

El blues de Beale Street es una película sencilla, basada en los diálogos y los detalles, con una propuesta visual preciosa y una banda sonora que complementa la emoción de la historia. Un director que ha sabido contar esta historia de una manera sutil, delicada y sin caer en el sensacionalismo (ejem aprende Spike Lee), que aunque no sea de las favoritas en los premios Oscar de este año, le da mil vueltas a muchas de las nominadas. Barry Jenkins tiene mucho futuro por delante y ya estoy ansioso por ver con que historias nos sorprende en el futuro. 

 

Acerca de Jorge Delgado

Director de cine en fase alfa. Devorador compulsivo de películas y realizador de videocríticas en youtube. David Lynch como respuesta ante cualquier pregunta de la vida.

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