Elsa Y Fred

Elsa & Fred: Nunca es tarde para readaptar

El gusto de la industria americana por hacer readaptaciones de películas más pequeñas que se han hecho en el resto del mundo sigue intacto. Ahora regresa con la historia de la coproducción española y argentina Elsa & Fred, estrenada originariamente en 2005. Recordemos de qué iba: Fred (Christopher Plummer), un hombre serio y prudente, se muda a un piso más pequeño tras quedarse viudo, impulsado básicamente por su hija (Marcia Gay Harden). En el nuevo inmueble conocerá a Elsa (Shirley MacLaine), una mujer muy inquieta y soñadora ( y muy fan de La dolce vita de Fellini). Nada más conocerse, la mujer inmiscuirá al nuevo residente en más de un enredo. El director Michael Radford, que ha estado al frente de trabajos tan dispares como Un plan brillante o la española La mula se pone al frente de la nueva versión.

La uruguaya China Zorrilla y el español Manuel Alexandre -que en gloria estén ambos- dejaron el listón muy alto, y aunque su emulación de la Dolce Vita no fuera tan creíble que la de MacLaine y Plummer, se las apañaron bastante bien para hacer verosímiles las situaciones entre los dos vecinos. Shirley MacLaine (El apartamento, La fuerza del cariño) y Christopher Plummer (Begginers, Sonrisas y lágrimas) tienen la misma química que sus antecesores: los dos oscariza066dos forman una pareja entrañable, simpática y siendo polos tan opuestos es normal que haya química y funcionen tan bien. Tras tener ambos dos solventes carreras en el celuloide, las dos estrellas octogenarias siguen desprendiendo carisma en cada rol. Aquí a él le toca colocarse en un lado más circunspecto. Ella en cambio tiene que mostrarse más agitada.

 

Melissa McCarthy y Jude Law en Elsa y Fred

Melissa McCarthy y Jude Law en Elsa y Fred

 

Como en la anterior, los que cuentan son ellos. Aquí los roles secundarios sólo sirven para potenciar las actitudes y reacciones de ambos protagonistas. Entre ellos están Marcia Gay Harden (Cincuenta sombras de Grey), Scott Bakula (Mujeres desesperadas), Chris Noth (Sexo en Nueva York), James Brolin o Jared Gilman (Moonrise Kingdom).

El argumento, basado en el que Marcos Carnevale coescribió para la original, se mueve entre los tópicos de la comedia romántica, pero funciona. Aunque es previsible viendo tantos encontronazos y percances, la historia funciona. El mensaje es claro en la cinta. Nunca es tarde para nada, y mucho menos para amar. La chispa sigue encendida a cualquier edad y permite a quien sea hacer cosas de lo más enrevesado, pese a que haya impedimentos tales como la familia. ¿Qué importan las trabas? Todos y todas podemos ser Anita Ekberg y Marcello Mastroianni y tener nuestra propia dolce vita.

Dentro de los estereotipos, la readaptación supera el aprobado; además de ser una historia simpática, el tener a los dos actores como principales es otro aliciente más para verla.

Acerca de María Aller

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Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

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