Lightyear

Lightyear: Hasta el infinito y más allá

Estamos atravesando una época en donde parece que volver al pasado y recuperar películas exitosas de los 80 o 90, es la clave que busca la industria para salvar las salas de cine. Por eso, el anuncio de Lightyear venía con bastante miedo. No dudamos nunca de la calidad de Pixar, pero regresar a un personaje de su saga más querida, hizo que muchos dudáramos de la necesidad de contar la historia de Buzz Lightyear. Para suerte de todos, Pixar sabe perfectamente como contar la historia y no caer en la nostalgia molesta, esa nostalgia que hace que todos sonriamos y recordemos el pasado. Lightyear tiene, al principio de su metraje, esa especie de nostalgia, pero salvado eso, el spin off de Toy Story es una de las mejores aventuras espaciales de los últimos años. Un homenaje en toda regla a las aventuras en el espacio y a la ciencia ficción. Pixar vuelve a demostrar que sabe perfectamente lo que quieren contar y cómo lo quieren contar. Lightyear es, desde ya, una de las mejores películas del año.

 

Lightyear

 

La historia de Lightyear no es otra que la película que ve Andy y de la que sale el muñeco de acción de Buzz Lightyear. Aunque siendo sinceros, el personaje que realmente vendería millones de unidades sería Sox, pero ya llegaremos a eso. Tras ponernos en situación, la cinta coge ritmo y se lanza al espacio a la velocidad de la luz, nunca mejor dicho. La verdadera trama gira en torno a que tras un incidente por el cual se rompe el cristal que hace que puedan viajar por el espacio y alcanzar la velocidad del hiperespacio, una gran población -junto al propio Lightyear- queda varada en un planeta desconocido. En su búsqueda en solitario para conseguir el cristal, Buzz hará tantos intentos como pueda; lo malo es que cada vez que lo intenta el tiempo pasa más rápido en el planeta que en la nave donde hace las pruebas. Así, en un inicio al más puro estilo Up, Lightyear nos coge el corazón y no lo piensa soltar en lo que queda de metraje. Pues aunque juega un poco con la nostalgia al recordar al personaje que queremos, Lightyear mira hacia delante, lanzando un mensaje sobre el futuro.

 

Lightyear

 

En todos los intentos que hace Lightyear para poder salir del planeta, siempre lo hace solo, sin pensar en lo que ocurre en los años que van pasando en el planeta. Es egoísta ya que él no envejece, y lo intenta siempre. Pixar pone aquí las cartas sobre la mesa. Después simplemente las va levantando poco a poco. Ese poco a poco, mirando al futuro -como he dicho antes-, es lo que hace que Lightyear sea un gran viaje. Es un viaje clásico, sin muchos aspavientos, pero certero en todo lo que toca. El miedo a no poder regresar a tu vida o el miedo en confiar en alguien que no seas tú mismo. Y en especial lanza un mensaje sobre la colaboración, sobre confiar en los demás y no querer hacerlo todo uno mismo. Lightyear lanza el mensaje más importante en una cinta que parece simplemente hecha para pasar el rato, pero que esconde tantas capas que es increíble. Y, por supuesto, el mensaje final de creer en las nuevas generaciones, de creer en los que vienen por detrás, en pasar el relevo y no mirar atrás. No mirar al pasado, no pensar en lo que pudo ser y no fue. Y eso, quizás, es lo más valioso que podemos encontrar. Y a Sox. También encontramos a Sox, el mejor secundario de una película en los últimos años. Este gato robot roba todas y cada una de las escenas de Lightyear sin despeinarse. Es increíble.

 

Lightyear

 

Lightyear es un homenaje a todas las cintas espaciales y de ciencia ficción de la historia. Se “olvida” de Toy Story para contar algo nuevo. Aunque tire de personajes que conocemos, no abusa de la nostalgia y mira hacia delante, hacia el futuro. Pixar sigue creciendo, demostrando lo que grande que es y sigue siendo el referente en cuanto a animación se refiere. Además, busca llevar la batuta de la lucha por la igualdad en todos los ámbitos. Ojalá siga a este nivel muchos años. Mientras, disfrutemos de sus películas, que son todas maravillosas. Lightyear pasa directamente a ser una de las mejores del año.

Acerca de Christian Leal

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Desde niño me apasioné por el séptimo arte, por ello decidí licenciarme en Comunicación Audiovisual, pero después amplié mis miras también hacía la pequeña pantalla en la que devoro, bebo y me alimento de series y cine. Mi vida podría resumirse en un guión de Aaron Sorkin dirigido por David Fincher o Michael Haneke.

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