Wicked: Parte 2

Wicked – Parte II: Menos sorprendente pero más adulta

Wicked – Parte I fue una sorpresa realmente mayúscula. Lo fue porque la producción de esta fue una locura y parecía que nunca veríamos en pantalla grande la historia de Elphaba y Galinda, la dos brujas protagonistas de El mago de Oz, una de las historias más universales de la historia. El final de aquella dejaba el listón muy alto después del espectacular número de Defying Gravity, que suponía el colofón a una cinta que conseguía hacer que atravesaras casi todos los estados de ánimo posibles. Por eso, quien no pudiera esperar al estreno de Wicked – Parte II (Wicked – For Good en su título original en inglés) podía recurrir al musical o leerse el libro en el que está basado el musical, pero quien quisiera ver la segunda parte sin llevarse ningún spoiler tendría que esperar un año para poder descubrir el final.

 

Wicked: Parte 2

 

Wicked – Parte II llega con una pequeña losa en su espalda que no es otra que estar a la altura o intentar superar al original y, posiblemente, sea esa losa la que hace que las expectativas con la cinta sean mayúsculas o que, simplemente, la segunda mitad del musical no esté a la altura de lo que supuso la primera. Pero, aunque el resultado final esté por debajo de la primera entrega, Wicked – Parte II sigue siendo un espectáculo a grandes niveles por la emoción y el empeño con el que realizan todo Cynthia Erivo y Ariana Grande, que consiguen hacer que la emoción de la que carece la dirección de Jon M. Chu se note menos con el carisma y la química que desprenden las dos actrices. Eso sí, hay que ser muy fuerte para no derramar todas las lágrimas posibles en For Good, el numero musical más emocionante de todos.

 

Wicked – Parte II arranca un tiempo después de los acontecimientos que vimos en la primera parte, donde el camino de baldosas amarillas que llevan hasta el gran Mago está terminando su construcción. Elphaba vive en el exilio y Glinda se ha convertido en la cara visible de la lucha contra la bruja, aunque sea contra su voluntad. Las tensiones entre todos están a la orden del día y la oscuridad se cierne sobre el mundo de Oz. Wicked – Parte II abandona ese desparpajo que se intuía en la primera parte para ser una cinta mucho más adulta y oscura, donde los temas que se tratan son mucho más profundos y, en muchos momentos, parece olvidarse incluso de los que se mostraban en la primera entrega. Así tenemos temas como la desinformación, la incitación al odio sin motivo e, incluso, como las almas más buenas pueden terminar teniendo un lado más oscuro cuando descubren que viven en una completa mentira. Pero sigue siendo una cinta sobre la amistad, sobre como a pesar de todo las amigas de verdad siguen ahí hasta el final, incluso dejando de lado sus principios y en lo que creen. Porque Wicked puede hablar de muchas cosas, pero creo que la principal de todas es sobre la amistad, que aparece incluso en donde menos te lo esperas y, hasta el final de todo, seguirá estando ahí. Es un tema realmente importante y que en, Wicked – Parte II, sale reforzado por todo lo que ocurre, en como se intenta manipular esa amistad de verdad y como, a pesar de todas las diferencias y problemas, esa amistad perdurará hasta el final.

 

Wicked: Parte 2

 

El problema de Wicked – Parte II es que todo ocurre de manera rápida y atropellada. Así como en la primera entrega todas las tramas, todos los temas y las relaciones entre los personajes se iban fraguando de una forma mucho más lenta y llegabas a entender todo lo que pasaba por sus cabezas, los sentimientos que comenzaban a crecer dentro de ellos e, incluso, se dejaba ver una subtrama amorosa que, siendo sinceros, sigo sin entender demasiado bien. Wicked – Parte II se olvida de cómo se fueron desarrollando esas relaciones y ya lanza todo desde el minuto uno y, cuando te quieres dar cuenta de algunas cosas, ya hemos pasado a otra completamente distinta o se han acelerado ciertas cosas, como la trama amorosa, que aquí está forzada a más no poder y que, si la quitas de la ecuación todo se hubiera desarrollado de la misma manera que como ocurre en la película. La trama de los animales queda completamente relegada y nos encontramos sin esperarlo demasiado con los acontecimientos de El mago de Oz que, quisiéramos a no, iba a ser el detonante final de la cinta. Y es que todo esto también tiene un poco de culpa Jon M. Chu, pues su dirección queda bastante que desear. Y es que el director ya dejaba bastante que desear en ciertos momentos de la primera entrega, pero allí el guion y que esa primera parte es apoteósica únicamente tenía que colocar la cámara y dejar a las actrices hicieran el resto. Pero en Wicked – Parte II la historia es mucho más dramática, mucho más oscura y pide otro tipo de dirección, más dejar a la escena respirar y acercarse más a las actrices, mostrar sus emociones y sentimientos, pero Jon M. Chu está más pendiente de hacer que todo sea luminoso, que sea un espectáculo y que todos acaben felices. Unicamente se intuye ese acercamiento a la emoción en For Good, la canción que cierra todo.

 

Pero dejando de lado esto, Wicked – Parte II sigue siendo un disfrute mayúsculo. Cierto que las canciones quizás no tienen el mismo poso que en la primera, pero I’m not that girl, March of the witch hunters y, por supuesto, For Good consiguen que estas canciones se queden contigo. Y todo esto tampoco sería nada si no fuera por la presencia de Cynthia Erivo y Ariana Grande que vuelven a estar espectaculares. Curioso es como en Wicked – Parte I todo gira en como Elphaba abría los ojos ante el engaño del Mago, pero aquí todo gira en torno a Glinda y como es utilizada como un objeto para hacer que el engaño siga vigente. Por eso creo que aquí Ariana Grande está sublime porque consigue cambiar por completo el registro que tenía en la primera parte, siendo inocente y aquí siendo la que más crece, la que más evoluciona y la que tiene los mejores momentos. Es increíble la sorpresa que ha sido verla cambiar todo. Cynthia Erivo vuelve a destacar, pero creo que es opacada por la presencia de Ariana y que Elphaba, por lo menos en esta versión cinematográfica está algo más perdida en la trama sin saber muy bien por donde aparecer. El resto del elenco está bien, destacando a Michelle Yeoh como esa malévola bruja en la sombra que mueve los hilos de Oz a su antojo.

 

En definitiva, Wicked – Parte II puede que no alcance el impacto revolucionario de su predecesora, pero sigue siendo una experiencia imprescindible para los amantes del musical. La emoción, la fuerza interpretativa y la espectacularidad visual consiguen que, a pesar de sus defectos, salgamos del cine emocionados y cantando alguna de las canciones de esta segunda parte además de con la sensación de haber asistido a un cierre digno de una historia tan mágica como la de Oz. Al final, lo que permanece es ese mensaje de amistad inquebrantable y de esperanza, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para la luz y para creer en el poder de cambiar el destino.

Acerca de Christian Leal

Avatar de Christian Leal

Desde niño me apasioné por el séptimo arte, por ello decidí licenciarme en Comunicación Audiovisual, pero después amplié mis miras también hacía la pequeña pantalla en la que devoro, bebo y me alimento de series y cine. Mi vida podría resumirse en un guión de Aaron Sorkin dirigido por David Fincher o Michael Haneke.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados