Seguramente sea de las pocas personas que defiendan la primera Five Nights at Freddy’s. Creo, sinceramente, que a pesar de todas las licencias que se tomaron y que el terror brillaba por su ausencia, intentaron llevar la franquicia de videojuegos de la mejor manera posible a la gran pantalla. El principal problema de aquella es que la comedia involuntaria que introducían en la cinta conseguía hacer que los pocos momentos de tensión estuvieran rebajados al mínimo y no hubiera esa sensación de terror puro que si ofrece el videojuego. Aun así, creo que cumplía con el objetivo de entretener y los animatrónicos estaban muy conseguidos. Five Nights at Freddy’s 2 tira por tierra todo lo que hacía bien la primera entrega para ofrecer un tren de la bruja donde todo parece impuesto y no hay margen para la sorpresa, porque la cinta se vuelve tan predecible que pierde por completo el factor sorpresa. Eso sí, los guiños a las entregas de FNAF siguen estando vigentes y los fans seguramente se alegren que estén dentro de la cinta.
Lleva al cine FNAF era complicado, más que nada porque el juego, en sus orígenes, era la de un guardia de seguridad que tenía que vigilar durante cinco noches la pizzería y sobrevivir a los animatrónicos. Y si soy sincero, creo que, si se hubiera llevado a cabo tal y como era el videojuego, se podría haber conseguido una cinta de terror, suspense y violencia bastante bueno. Pero quisieron llevar la saga a otro nivel, mezclándolo con un humor y sacando la acción de la pizzería. Five Nights at Freddy’s 2 lleva todo más allá al intentar llevar toda esa violencia a las calles y enredar todo mucho más. Con la aparición de Marionette, la trama cobra otro sentido, mucho más fantasmal y donde los jumpscares están a la orden del día. Unos jumpscare que hueles a kilómetros y que no generan ni un salto en el espectador. FNAF conseguía meterte el miedo en el cuerpo porque todo lo que tenías que vigilar para que los animatrónicos no llegaran a tu sala como era la electricidad, las cámaras, la energía y saber cuándo abrir o cerrar puertas. Ahora todo eso ha quedado reducido a cinco minutos dentro de la trama y el resto intenta generar tensión, pero no lo consigue.
Tampoco ayuda a que el elenco parece estar por estar dentro de la cinta. En la primera entrega aún se podía ver algo de querer hacer las cosas bien y meterse dentro del personaje. Pero ahora, las líneas de dialogo están dichas como quien dice la lista de la compra y no hay ningún momento en el que sufras por los personajes porque, sinceramente, no hacen nada para importarte. Josh Hutcherson y Elizabeth Lail tiene poca química y no consiguen convencer como, quizás, si hicieron en algunos tramos de la primera entrega. Pero la que no consigue convencer es Piper Rubio que consigue estar en la fina línea de convertirse en la niña insoportable de la película. Sus momentos en pantalla son realmente terribles y hace que la cinta caiga por completo. Solo se pueden destacar el diseño de los animatrónicos y que lucen increíbles en pantalla y consiguen ser realmente los reyes de la función, aunque en muchos momentos se les use como alivio cómico innecesario.
En definitiva, Five Nights at Freddy’s 2 termina siendo una secuela que sigue sin captar el terror y el suspense que hizo grande al videojuego original. La falta de originalidad en el guion y la escasa implicación del reparto hacen que la película pierda fuerza y se convierta en una experiencia predecible. Aunque los animatrónicos siguen siendo lo más destacado y el principal atractivo visual, el resultado final deja mucho que desear para los seguidores de la saga y para quienes buscan una película de terror genuina. Eso sí, seguramente tengamos tercera entrega.

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