Pocos podíamos imaginar por 2016 que Dan Trachtenberg iba a ser uno de los directores más atrevidos de cuantos salieron durante esos años. Calle Cloverfield 10 no solo supuso un auténtico hito en cuanto a cine de género se refiere, un thriller salpicado con dosis de terror que conseguía ampliar el universo de aquel proyecto llamado Cloverfield. Aquella película le dio el reconocimiento del público, pero no fue hasta 2022 cuando de verdad su nombre quedó guardado para muchos. Prey, una de las nuevas entregas de Predator, no solo consiguió darle aire fresco a una saga que, al igual que Alien, parecía haberse convertido en una especie de meme donde ya no volveríamos a ver una cinta de calidad. Pero la sorpresa fue mayúscula cuando esta Prey no solo cambiaba por completo la ambientación, sino que suponía el inicio de algo mucho más grande. Aquella fue directa a Disney+, al igual que Predator: Asesino de asesinos, que suponía una nueva piedra para hacer crecer el lore de la saga y avanzar mucho más que repetir lo mismo que en toda la saga. Ahora, Predator Badlands, no solo hace crecer la saga, sino que además lo hace con una amor y cariño por los personajes increíble. Dan Trachtenberg se nota que ama Predator y que tiene ideas increíbles para el futuro, pero esta primera piedra que supone Predator Badlands es muy importante.
Es muy importante porque Predator ha pasado de ser una cinta de terror con monstruos a una cinta de acción por completo. Pero lo importante dentro de Predator Badlands, que ya ocurría en el tramo final de Predator: Asesino de asesinos, es que comenzamos a conocer mejor la cultura, la sociedad y cómo funcionan los yautja. Algo muy interesante para ir sabiendo un poco más toda lo que hay detrás de las diferentes entregas de la saga, aunque Predator Badlands no se asocie a ninguna, como ha ocurrido siempre con la saga. Así, Dan Trachtenberg crea una cinta de acción espectacular que, a medida que avanza se convierte en una buddy movie con la incorporación de una sintético de Weyland-Yutani (ya la gente que saque las conclusiones que quiera) que ayudará al joven Yautja a conseguir su presa y ser reconocido dentro de su propia especie, en la cual es considerado un paria. Es fácil caer rendido a la propuesta, por fresca y por poseer una fuerza única dentro de la propia franquicia, sino también porque hace evolucionar algo que parecía estancado. Lo mismo ocurría con Alien Romulus, donde se podían repetir patrones, pero dentro de todo, conseguía dotar de vitalidad a una franquicia herida de muerte. Predator Badlands también tiene pequeños mensajes que, al igual que Prey, son los de no intentar luchar solo, sino estar cerca de aquellos que hacen que nuestra fuerza crezca al unirse. La unión hace la fuerza, como se diría.
Y es que a lo mejor hay fans de la saga que no compren del todo la propuesta de Dan Trachtenberg, pero creo que es importante darle la oportunidad a alguien que viene con ideas frescas, que quiere hacer crecer una saga y dotarla de muchas más cosas que simples cacerías. Que sí, que las cacerías, la violencia y todo está muy bien, pero después de cuatro entregas que parecían lo mismo, solo cambiando la ubicación de esta, era hora de ver como son los Yautjas y seguir haciendo evolucionar la saga desde ahí. Y lo importante dentro de todo es el cariño que se respira por su universo, por los personajes y por todo lo que lo rodea. Y es que Dek, el joven depredador que protagoniza la cinta tiene carisma por doquier. Desde su primera aparición hasta ver el motivo que le mueve para querer buscar su primera presa. Pero sin duda, lo más sorprendente de todo, es ver como el humor ha entrado en la saga. Si, seguramente la película de Shane Black tenga dosis de humor por doquier, pero aquí los chascarrillos vienen del personaje de Elle Fanning que consigue robar las escenas con su doble presencia, pues hace de dos sintéticas completamente distintas entre sí. Que no revelaré más, pues es mejor descubrir poco a poco que secretos esconde una cinta que va in crescendo en todo momento.
En definitiva, Predator Badlands es una bocanada de aire fresco para una saga que muchos dábamos por perdida, demostrando que aún queda mucho por explorar en el universo Yautja gracias a directores valientes y comprometidos como Dan Trachtenberg. Nos deja con ganas de seguir descubriendo nuevas facetas, personajes y aventuras que enriquezcan aún más este fascinante mundo. Así que, solo podemos cruzar los dedos y esperar que la próxima entrega llegue más pronto que tarde, porque si sigue esta senda, el futuro de Predator pinta realmente emocionante.

Deja un comentario: