It Follows: Ha nacido un clásico

Rara vez se encuentra uno ante un clásico moderno y es consciente de lo que está viendo. Porque es fácil hablar de clásicos cuando estos son en blanco y negro, tienen grano en la pantalla o los protagonizan actores que nos sacan un “¡joder, qué joven!” a todo volumen. En el caso del terror, por si fuera poco, hablar de clásico es más complicado porque los freaks piensan que están hablando de Casablanca, Ciudadano Kane o esa de Woody Allen, la que está en blanco y negro. Así que las llaman películas de culto, no vaya a ser que alguien los confunda con cinéfilos y no con freaks de camiseta negra y letras cuarteadas. Pero que dios nos pille confesados si uno de estos fans nos descubre llamando peli de culto a un título posterior a 2010.

 

Maika Monroe

 

It Follows es una peli de culto. Es un clásico. Un clásico del terror, por supuesto, pero también del cine, no os sonrojéis por admitirlo. Porque tenemos ante nosotros una película que se nutre de los recursos cinematográficos con mejor puntería y virtuosismo de lo que nos tienen acostumbrados algunos de los directores más importantes del momento; además, es una película que pretende asustar y se lo toma muy en serio, desde el guion. Algo importante, porque si de algo carece el género fantástico y de horror, en general, es de un guion sólido. Las excepciones son tan sonoras que han pasado a ser piedra angular en la historia del cine y, como se suele decir, la excepción confirma la regla. Si analizamos títulos como Alien, podemos comprobar que, si bien la premisa no es nada del otro mundo, la película rezuma originalidad y verosimilitud. El mérito ha sido siempre atribuido al trabajo de Giger y de Scott, pero el gran olvidado aquí es Dan O’Bannon, que como guionista de esta pesadilla espacial, nos brindó un trabajo de guion brillante, basado en dar volumen a sus personajes y generar más dudas que respuestas, algo de lo que el terror siempre sale beneficiado.

 

Como un reflejo de Alien, David Robert Mitchell retoma la idea del monstruo depredador que no te da tregua y cuyo objetivo es tan claro como incomprensible: matarte. Sabe que, con una premisa similar, poco puede aportar que vaya a cambiar los cimientos del cine de terror, así que solo le queda jugar con el espectador y hacer que, una vez más, vuelva a asustarse de uno de los miedos más básicos del ser humano, encarnado por un depredador. El guionista y director de It Follows es escrupulosamente honesto con nosotros y establece unas normas en su mundo de horror que no rompe por su simpleza. No necesita trampear esta escena o aquella, o confundir al espectador para que no pille que donde dije digo, digo Diego. Las normas, como si se tratase de una ruleta rusa, son simples y terribles, y a las víctimas solo les queda jugar.

 

Maika Monroe

 

He de reconocer que, aunque defienda la trama por su simpleza y credibilidad, en origen no tenía grandes expectativas. No es la primera vez que, de una premisa con aires de nostalgia y promesas de buenos sustos, me he encontrado con CGI efectistas, narraciones precipitadas y sí, sustos, muchos sustos, pero poco más. Lo que me ha hecho cambiar radicalmente de postura es el manejo de la cámara y el ritmo narrativo propias de un maestro del cine. Mitchell tiene pleno control de su obra y no se deja llevar por golpes de efecto sencillos ni sustos fáciles para que sus espectadores den saltitos que vendan la película. La tensión aquí es densa, lenta y no te abandona, como les ocurre a las desgraciadas víctimas de la amenaza caminante del filme. Tanto es así que los sustos, que los hay, más que para cubrir los fallos de ambientación y la torpeza de un director que no sabe mantener el suspense, sirven para relajar los músculos y soltar la tensión acumulada por la amenaza constante de que algo horrible va a suceder.

 

Maika Monroe

 

Solo queda decir que no tengáis miedo en admitir que habéis visto un clásico protagonizado por actores que aún no tienen ni 25 años. No lo justifiquéis diciendo que es de culto porque es de terror. Simplemente sabed que, si jugáis a la ruleta rusa, hay que dejar una bala en la recámara. It Follows juega con cinco.

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