Puedo empezar la crónica con un encabezamiento tan tópico y soso propio del periodismo porque no soy periodista. Hay que ser claro y reconocer que la mayor parte de los pases de prensa entregados para este festival van a parar a fanboys del terror y freaks de diversos universos. Por eso será que cada año pagamos más por el pase de prensa, y con suerte dentro de diez años pagaremos lo mismo que el público habitual. No está mal, ellos saben que somos fans y que de alguna forma tenemos que pagar por disfrutar de su festival, aunque al menos nos regalan una bolsa y un catálogo con el resumen de las películas. Por cierto, que personalmente espero que el de este año sea igual que el de la anterior edición: sinopsis cambiadas, faltas de ortografía y una traducción al inglés digna de Google Translator. En este caso no solo metían sinopsis en inglés de tres líneas cuando en castellano ocupaban hasta ocho, sino que confundían los tiempos verbales con intención, creo yo, de confundir a los espectadores angloparlantes. Divertido es, pero no estoy seguro de que cueste el precio del pase de prensa cuando, después de todo, estamos aquí para darles publicidad.
No obstante, no invierten mal su dinero cuando traen a gente como Robert Englund o Lamberto Bava. Y el año pasado pudimos conocer a Tobe Hooper y a Joe Dante gracias a ellos. ¡Ah! Y también a Jaume Balgueró, que no es tan difícil verle por ahí, pero al menos el año pasado se permitió hacernos una peineta a todos los espectadores que esperábamos la sesión de preguntas tras la película Mientras Duermes. La excusa: irse de cañas, según los organizadores. Veremos si este año a Álex de la Iglesia no se le antoja un vino en mitad de la sesión.
Pero aquí estamos por el cine, y cine no falta. La cantidad de películas que se ofrecen son un auténtico deleite para los fans del fantástico y el terror, a los que nos gusta hasta lo malo. Este año el primero de los platos fuertes lo protagoniza Horns, de Alexandre Aja, una propuesta muy interesante en el género demoníaco, aunque lleva dos años descargable por Internet y quizá no haya sido una gran elección para abrir un festival. Pero para el lector impaciente, los nombres de las estrellas invitadas van acompañados de sus películas insignia. A saber: Pesadilla en Elm Street como plato fuerte del festival; Demons, un film que da gusto recuperar y ver en pantalla grande, aunque pedía a gritos la exhibición de la segunda parte, más cuando hace dos semanas pudimos disfrutar de una maratón de Evil Dead en la misma ciudad; y El Día de la Bestia, homenajeada en su veinte cumpleaños.
El cierre, que es el momento más importante de un festival, se presenta desigual el próximo sábado 30. El primer año fue redondo: Joe Dante y los Gremlins para abrir boca, la presentación de The Conjuring de James Wan y una sesión golfa con Dark Skies, una película que, si bien caía en tópicos y arriesgaba poco en su propuesta, conseguía unos momentos de tensión y angustia muy divertidos. El año pasado, en cambio, fue un desastre. Lo único interesante era Wolf Creek 2, una película menor que quizá, como previo a La Matanza de Texas, habría hecho una sesión más o menos digna. Esta vez, en cambio, han elegido dejar para el final El Día de la Bestia, que para una tarde de sábado pocos planes se me ocurren mejores. Sin embargo, para la sesión de las 22:00 han incluido una basura que ni es de terror, ni es fantástico: Big Game. Por muy fantástica que sea la propuesta de ver al presidente de Estados Unidos dando tiros, esta película no tiene cabida en este festival. Pero no nos engañemos, aquí venimos a ver terror o películas con planteamientos sobrenaturales, no a Samuel L. Jackson haciendo el macarra. Aún así, ese detalle de la película sorpresa para la sesión golfa merece una última entrada en la sala para despedir el festival. Eso sí, tomando unas cañas y unas raciones mientras exhiben la mierda de Big Game.
Pero como suele ocurrir, lo más interesante está en el resto de películas independientes, nuevas y de bajo presupuesto. En esos momentos es donde encontramos joyas como Found, en la edición anterior. Por cierto, que algún iluminado ha tenido la idea de recrear la película que obsesiona al protagonista de aquella, Headless, y estrenarla este año. El oportunismo no va acompañado siempre de brillantez y, donde aquellas imágenes perturbadoras y sórdidas nos envenenaban el cerebro en Found, en Headless cabe esperar un Hostel mal hecho y descafeinado. Como títulos interesantes ha dado mucho de qué hablar It Follows, pero no dice mucho del resto de propuestas que esta sea una de las mejores. Un giro de tuerca sobre el mandamiento de “no follarás” del cine de terror clásico con, eso sí, una factura digna. The House on Pine Street, para amantes de los poltergeist y las casas encantadas, se presenta como una película más que, aunque no promete nada nuevo, puede ser una buena opción para pasar miedo del de toda la vida. Cierto es que esto es algo que ocurre con la mayor parte de títulos, donde el homenaje, la parodia o el comentario sobre cine pasado parece ser protagonista. Lejos estamos de propuestas realmente originales. Un claro ejemplo es Lost After Dark, que se presenta directamente como un slasher de los 80. Insípida y con falta de coraje, pero festivalera, no obstante.
Simon Pegg vuelve a ofrecer una película parodia, pero como le ocurre a Samuel L. Jackson, encuentra su lugar en este festival porque tiene nombre y atrae espectadores, porque si los organizadores de Nocutrna ven en estos títulos algo parecido al terror o al fantástico, no queda del todo claro si deberían organizar un festival de cine. Además, siguen insistiendo en extender el festival a la mañana del domingo, dejando uno de los títulos más interesantes, Suburban Gothic, para la matinal.
Por lo demás, parece que la temática demoníaco-sectaria va a predominar, adornada con algunas dosis de futuro distópico. Por desgracia, nada brilla como el Found del año pasado. Como juego para los lectores que crean que en el terror se hacen cosas diferentes: Mirad todos los tráilers que podáis (que no han incluido los de todas las películas) y apuntad en una hoja cuántos empiezan con un sonido contundente nada más empezar, o lo utilizan a mitad del tráiler con la pantalla en negro.
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