Suspiria

Suspiria: La danza y las brujas de Luca Guadagnino

En una época donde predominan los remakes asépticos e impersonales apareció la noticia de que se iba a hacer una versión del clásico giallo de Dario Argento Suspiria, dirigido ni más ni menos que por Luca Guadagnino, quien alcanzó una popularidad importante tras el éxito de Call me by your name. Una vez llegó el momento de su estreno en el pasado Festival de Venecia quedó claro que este no era un remake al uso y no dejó indiferente a nadie.

 

Dakota Johnson

 

Una vez empieza Suspiria nos damos cuenta que Guadagnino ha querido separarse de la original, especialmente por la diferencia estética entre ambas. Mientras que Argento optó por una colorida y artificial puesta en escena, Guadagnino opta por acercarse a un Berlín decolorido, sucio y lúgubre. La película se divide en 6 actos y un epílogo final a lo largo de 150 minutos, casi una hora más que la original. Lo que si permanece inalterable es el punto de partida de la historia: una joven americana llega a una escuela de baile donde días atrás ha desaparecido una de sus bailarinas y existe un ambiente de misterio en aquel lugar.

 

Dakota Johnson es la encargada de interpretar a Susie, el papel principal de la bailarina extranjera, y Tilda Swinton a Madame Blanc, la profesora de danza de la escuela. Como es habitual en Tilda su interpretación es inmejorable y demuestra, una vez más, que es una de las mejores actrices de su generación. Si que sorprende, debido a su historial, ver a una Dakota Johnson comiéndose su papel y realizando la mejor interpretación de su carrera, con mucha diferencia además, y proclamándose como una de las mejores del año. Aunque desgraciadamente no se verá reflejada en la carrera de premios.

 

Tilda Swinton

 

Una vez establecidas las bases de Suspiria entramos en un enigmático y oscuro ritual de danza y brujas al compás de una banda sonora compuesta por el multinstrumentista Thom Yorke. Posee algunas coreografías tan perturbadoras como brillantes, con el uso del montaje paralelo, para descubrir la parte del horror que está sucediendo en esa escuela. Como si de un baile de la muerte se tratase nos vamos dirigiendo a su climax final donde la parte más relacionada con las brujas se destapa, en una secuencia final llena de horror y gore, pero de lo más estético que podemos ver en el género. La figura de la bruja se sostiene como un símbolo feminista en la película, aunque si que es verdad que quizá queda un poco diluida y no llega a estar muy presente en el film como se ha estado nombrando en los últimos meses.

 

Esta versión actualizada de Suspiria supone uno de esos raros casos de remake original y respetuoso con la cinta de referencia. Guadagnino propone algo diferente, se arriesga a no gustar a todo el mundo y divide a la crítica. Lo que está claro es que si la Suspiria de Argento ofrecía una experiencia única, esta consigue hacerlo a partir de otras herramientas igual de interesantes. Ahora ya el juicio de cada uno hará que se decante a un lado o al otro de la balanza.

 

Suspiria

Acerca de Jorge Delgado

Director de cine en fase alfa. Devorador compulsivo de películas y realizador de videocríticas en youtube. David Lynch como respuesta ante cualquier pregunta de la vida.

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