«Odio la tecnología moderna«

Brian Michael Bendis ya no forma parte de la Casa de las Ideas y aún quedan unos meses para ver qué es lo que hace Dan Slott con la colección del Hombre de Hierro. Mientras, Panini se ha sacado de la manga una miniserie de allá por 2011, época de la Edad Horoica, de Matt Fraction y Salvador Larroca y de, curiosamente, los primeros números de la actual etapa española de la colección. Una historia que no llegó a nuestro país por las necesidades de aquel momento (la crisis seguía haciendo estragos hace siete años) y que ahora la editorial se decide a sacar para hacer coincidir la nueva etapa con el mágico número cien. Se trata de una trama alternativa, de un mundo paralelo. Una historia autoconclusiva de esas que nos permiten reimaginar el universo de nuestros héroes sin la presión de las continuidades. Hoy nos llega su introducción, en los próximos tres meses harán lo propio los tres capítulos de su trama y, finalmente, en febrero del año que viene asistiremos a su epílogo y saludaremos a Slott con la llegada de la primavera.

La Edad del Hierro, que es como se llama esta saga, va a tener a su protagonista viajando por el tiempo de época en época, revisitando algunos de los momentos clave del universo Marvel en general y de Iron Man en particular en una suerte de historia que me recuerda vagamente al Batman: El Regreso de Bruce Wayne de Grant Morrison (que, casualidades de la vida, se publicó justo un año antes que esta historia, en 2010). Pero si en el motivo del viaje del Caballero Oscuro teníamos a su batalla contra Darkseid durante los sucesos de la Crisis Final, ahora nos encontramos con un momento aún más apocalíptico con el Fénix Oscuro y una venganza largo tiempo postergada como principales factores a tener en cuenta.

«Quería que vieras lo que tus actos acabaron produciendo«

Aún es pronto para saber qué tal estará esta historia (apenas llegamos a contemplar los catalizadores de la trama), pero lo cierto es que no pinta nada mal y lo cierto es que me gusta que Panini aproveche estas ocasiones para, en lugar de dejar una serie en barbecho, recuperar historias perdidas del pasado. Cierto es que la colección se podría haber numerado por separado, como en Estados Unidos, con sus Alfa y Omega y las tres entregas antes citadas, en lugar de integrarla en la serie principal (hecho que va a alejar a los lectores ocasionales del Vengador Dorado), pero la verdad es que también se puede ver como un premio para los que hemos estado ahí al pie del cañón aún cuando Marvel le hizo la vida tan imposible a Bendis que terminó yéndose a la Distinguida Competencia.

El Invencible Iron Man #95

Escribe la historia un Rob Williams que se dejaba ver por aquella época en series tan distintas como la de Daken o la del Juez Dredd y que ahora brilla en el Escuadrón Suicida. Y dibuja Rebekah Isaacs, a la que actualmente podéis ver en los cómics de Doctor Who y que previamente ha pasado por las adaptaciones comiqueras de otras series como la de Buffy Cazavampiros. El experimento, a tenor de la última imagen que vemos en esta primera entrega, puede ser de lo más interesante y servirnos para ir soltando todo el veneno que se nos ha ido acumulando a lo largo del atropellado final de etapa que acabamos de vivir y que devuelve a Tony Stark a la casilla de salida en la que estaba hace siete años, cuando su empresa se había hundido Stark Resiliente estaba aún por nacer.