«Pero estábamos en guerra, y los secretos eran vitales«

Mira que me está encantando la actual etapa de Gerry Duggan al frente del Invencible Iron Man, pero hay cosas que no puedo dejar pasar y una de ellas es un agujero de guión bien grandecito al servicio de una escena que te hacía gracia incluir o que te ayudaba a engordar un poquito la trama para llegar al número de grapas pactado con la Casa de las Ideas. Nos encontramos en El Invencible Iron Man #12 (#157): Caída de X con que Riri Williams, en uso de todos los Anillos del Mandarín (como recordándonos que ahí hay una trama de la etapa de Christopher Cantwell que se ha quedado pendiente de resolver), va de visita al Club Fuego Infernal para ayudar al bueno de Tony con sus proyectos de ciencias. Sin embargo, como ‘estábamos en guerra, y los secretos eran vitales‘, al señor Stark no se le ocurre avisar a nadie de que una mujer fuertemente armada va a ir de visita a un club privado sólo para miembros.

Y, claro, se lía.

Me van a tener que perdonar Duggan y todos aquellos que piensan que el argumento de este cómic es sólido, pero no tiene puñetero sentido. Vale, puedo entender que en un contexto de guerra y con gente leyendo mentes aquí y allá uno se dedique a compartimentar la información por aquello de evitar disgustos. Pero cuando tu mujer es una de las telépatas más poderosas de la Tierra y los dos os pasáis media vida encerrados en vuestro club privado… ¿qué riesgo estás corriendo? Lo que es más, si se supone que esperas la visita de una persona que no es miembro del club (en una época en la que existen los teléfonos móviles, los emails y otro sinfín de medios para comunicarse), ¿qué te cuesta esperar a la entrada? Y, ya para rematar, si un amigo en serios problemas te invita a un club hermético y privado, ¿en serio la mejor estrategia es entrar como si todo el mundo te debiera la vida?

Me cabrea, porque no tiene ningún sentido aparte del de hacer que tengamos que coleccionar un número más de la serie que edita Panini en España.

«No se va a acabar nada. Esta noche tenemos demasiada gente que vengar«

En fin, por lo demás, la trama de Duggan avanza a buen ritmo con una primera parte que sigue con todo el tema del pobre de Rhodey (maravillosa la escena de Hulka con su coche alquilado, quién pudiera) como aperitivo para unas páginas de cierre en este número que dan cierto gustirrinín al leer. Aparte, Duggan aprovecha para colar detalles que nos hablan de la libertad e independencia del poder judicial en Texas. Más o menos las mismas que en nuestro país. Continúa el cómic con la escena de marras, construida con el único propósito de ver pelear en el barro mental a la actual esposa de Tony contra una de sus mejores amigas/pupilas. Pues nada, para quien le guste, que se vaya bien servido.

El Invencible Iron Man #12 (#157): Caída de X

Cierra este cómic, aparte de con la imagen que justifica esa escena inicial, con una pelea contra un Centinela Stark que nos deja entrever lo avanzadas que están ya las contramedidas contra estos robots monstruosos y con un críptico avance de los planes y proyectos de Iron Man para poner freno a Orchis cuando llegue el momento de dejarse de mascaradas. En general tenemos un buen cómic dentro de una estupenda etapa, pero con una escena tan innecesaria como forzada que no habla nada bien ni de su motivo ni del esfuerzo por darle encaje.