«A veces me siento como si no tuviera elección«
Potente dupla de capítulos en la doble cabecera que nos trae Panini y que seguramente nos diga adiós cuando los sucesos de Caída de X nos lleven al desenlace de toda la Era de Krakoa. Si en el número anterior las cosas comenzaban a precipitarse gracias a la aparición de nuevas variables como la tregua de Shaw para con Xavier y Krakoa y la aparición en escena del interruptor que liberaría a Urano (de los Eternos) sobre Arakko, con la capacidad de poner fin a su guerra civil con el coste de todas las vidas que el poderoso ser consiguiera arrebatar en el plazo de una hora. En éste contemplamos como se asientan giros argumentales necesarios para ambas historias de cara a su cada vez más próxima resolución.
En Inmortal Patrulla-X Kieron Gillen sigue haciendo que mantengamos nuestra atención dividida en dos frentes: por un lado vemos como sí, un pedazo de Siniestro ha sobrevivido dentro de Xavier y le insta a acabar con el resto de sus clones para que ninguno de ellos logre convertirse en un Dominio. Mientras, en la otra cara de la moneda, Madre Justa comienza a mostrar sus cartas (con las puñaladas que ello conlleva). Ambas historias nos vienen a contar que el statu quo de Xavier plantado en la isla desierta que fuera cuna de su sueño y de los mutantes en su travesía por la nada absoluta de la Sala Blanca está llegando a su fin. Xavier (y lo que queda de Siniestro) han de plantarle cara a Orchis y, más concretamente, a las diferentes versiones de Nathaniel Essex que con ella colaboran mientras que que Gillen se aprovecha de la historia que se está contando en el recopilatorio de Caída de X para colarnos un regreso de entre los muertos y un futuro misterioso para los personajes implicados en esta parte de la colección.
«No me opondré a ella… Pero tampoco me quedaré de brazos cruzados«
Patrulla-X: Roja se sitúa en un nivel superior (y es que cuando Al Ewing está inspirado se nota). Si en Inmortal Patrulla-X / Patrulla-X Roja #17: Caída de X Tormenta sacó el palo a pasear y les dio a todos los que se presentaron un poquito para que probasen, en esta entrega la diosa mutante se corona una vez más no en combate, sino venciendo sus propias tentaciones y demostrando una vez más que sólo ella estaba lo suficientemente capacitada para gobernar a los primos hermanos de los mutantes de la Tierra. La decisión que toma en esta entrega y las imágenes finales de la misma se bastan y se sobran para que decidamos que los seis pavetes y medio que cuesta esta grapa realmente los valen. Nos espera un final de fiesta en el planeta rojo que puede hacer honor a su nombre por los mares de sangre que podemos llegar a ver verterse por parte de cualquiera de los dos bandos en liza.
En resumen: disfrutamos este mes de una doble ración mutante en esta cabecera que merece mucho la pena y que está profundamente relacionada con lo que hemos venido leyendo hasta a ahora en estas y otras cabeceras de la galaxia mutante. Pase lo que pase al final, las tramas de estas dos cabeceras van quedando poco a poco vistas para sentencia sin que aún nos quede del todo claro cuál va a ser el paisaje mutante dentro de los próximos cinco o seis meses. Habrá que estar muy atentos.
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