Altamira

Altamira: ¿El cine? del Paleolítico

Como todos ya sabéis, antes de que empiece una película española hay un prólogo de, aproximadamente, cinco horas en las que aparecen todos los colaboradores que tiene una película (el «Ministerio de Cultura» y el «Instituto de Crédito Oficial» nunca fallan), en esta ocasión destacaba la presencia de la prestigiosa TVE, una cadena ejemplar por su progresismo e innovación periodística y, no nos olvidemos, de sus series y programas dignos de los años 70.

 

Altamira es producto de cine por capricho de alguien, me imagino a la perfección como debió ser la reunión de productores:

 

«(Una mesa, varios ejecutivos trajeados y con bigote muy poblado, una bandera de España al fondo de la sala)

– Caballeros, nos han soltado pasta para una peli y se me ocurre la historia del descubrimiento de Altamira.

– Pero si El ministerio del tiempo ha ido muy bien, ¿Por qué no hacemos más episodios?, es buena idea para un nuevo capítulo.

– ¿Viajes en el tiempo? ¿Te has vuelto votante de Podemos?

– Funcionaría muy bien en un episodio.

– He dicho que no, llamemos al director de Carros de Fuego que lleva un porrón de tiempo sin atinar y seguro que está comiéndose los mocos; así la grabamos en inglés, vende más e incluso la podemos estrenar en cines. ¡Lástima que ya no se proyecte en 35 mm!

– ¡Llama a Antonio Banderas!

– Subidle el sueldo a ese, paramos para comer que hay que terminar el guión antes de irse esta tarde.

– ¡Estupendo!

– Ah por cierto, ¡qué viva España!»

Esa misma tarde, se terminarían el guión y al día siguiente el casting estaría cerrado, todo muy formal.

 

Altamira

Altamira

 

Poniéndonos, ya, serios. ¿Cuál es el fin de hacer una película como esta? y ya que se hace ¿Por qué se le da esa apariencia televisiva y arcaica, propia de Tve? La historia del descubrimiento de Altamira es muy interesante, no lo pongo en duda, y es un acontecimiento clave en el desarrollo de la historiografía del arte pero no da precisamente para un largometraje de 90 minutos y, claro, pasa lo que pasa.

 

La película está desfasadísima, se toma todo demasiado en serio y eso hace que acabe cayendo en el ridículo. Visualmente es espantosa, y mira que pueden sacarse planos bonitos de la decoración de la cueva, pero que va, todo es un telefilme de media tarde. El desarrollo de los personajes es inexistente, solo son muñecos a los que les pasan cosas sin trascendencia porque lo importante es la siguiente secuencia y, si a todo esto, le sumas la calidad de las interpretaciones no hace falta hablar más.

 

Altamira

Altamira

 

Por si todo no era ya demasiado ridículo, la película está rodada en inglés, inglés castizo y os garantizo que escuchar a angloparlantes decir nombre como María Julieta o Marcelino Sanz de Sautuola es el único motivo por el que merece la pena verse. Ahora es el momento en el que afirmo que no quería ser muy destructivo, pero de verdad, la película es un absoluto espanto; no se puede hacer un guión tan nefasto y que todo resulte tan primitivo con ese intolerable aspecto de telefilme de media tarde. Así no funcionan las cosas.

Acerca de Alex Manzano

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Cine, arte y tebeos. Amarás el musical sobre todas las cosas. John Cameron Mitchel es mi dios. Si quieres encontrarme, busca en mi habitación. Si no, en cualquier rincón de Madrid.

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