Arranca una de las colecciones más esperadas por los seguidores de DC Comics: ¡Superman/Wonder Woman!
Dentro de este renovado universo DC antimatrimonios, que apuesta por los superhéroes blogueros y que no tuvo la valentía de reiniciar colecciones como Batman o Green Lantern uno de los aspectos que más ha dado que hablar ha sido la no relación entre Superman y Lois Lane. La sempiterna pareja ha dejado de serlo y aunque ha habido algún que otro acercamiento, Clark y Lois han terminado tomando caminos diferentes, dando la oportunidad a los editores a jugar con otra poderosa posibilidad: juntar al kriptoniano con Diana de Themyscira.
Aunque es cierto que esta pareja ha vivido bastantes aventuras y su romance no es ninguna novedad para los lectores más veteranos (encontramos ejemplos como Kingdom Come, de reciente reedición) , el que ambos compartan serie propia y que en ella se explore tan abiertamente la relación (tanto en lo referente a cómo la viven ellos a cómo afecta al resto del mundo) sí supone un novedoso aliciente. De ahí que esta colección sea de partida, cuanto menos, interesante.
Con Charles Soule (autor al frente de Inhumano de Marvel) y Tony S. Daniel (a quien hemos podido ver y leer en Batman) a la cabeza, la nueva cabecera destaca por dar primacía a la acción, siguiendo la dinámica de las series protagonizadas por el hombre de acero, apuesta por ofrecer un gran espectáculo con temibles enemigos (que auguran temibles retos para los protagonistas), aunque sin olvidar por ello la vertiente más íntima del relato. Soule sigue la línea marcada por la serie de La Liga de la Justicia, de ahí que se nos presente a Wonder Woman y Superman como pareja sentimental y que de momento lo mantengan en secreto. El guionista obvia por completo el trabajo de Brian Azzarello al frente de las aventuras de la amazona, por lo que quienes lleguen aquí a través de aquella lo mejor que pueden hacer es olvidar lo que saben y aceptar sin hacer preguntas la situación, incluyendo ex novios, aliadas desconocidas y una actitud sumamente prepotente de la Diosa de la Guerra.
En este sentido, el guionista se muestra más cómodo y cercano escribiendo a Clark Kent, mientras que con Diana no es capaz de explorar todo su potencial, limitándose a repetir manidos esquemas y ofrecer una visión sesgada y hasta cierto punto sexista (algo aplicable al resto de personajes femeninos que pueblan las páginas, como Cat Grant). Soule nos viene a decir que detrás de cada mujer hay un hombre más sabio y más fuerte para protegerla.
Con suerte, pasados estos primeros números introductorios, la situación variará y el papel de las féminas se volverá tan equitativo como promete su cabecera.
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