Marvel Comics lleva desde hace mucho tiempo jugando un doble juego con muchos de sus personajes. Por un lado cada uno de ellos tiene su propia serie regular y por el otro se reúnen para eventos especiales en los que luchan contra un enemigo común… o entre ellos, como ya ocurrió en Civil War. Trasladar esta dinámica al cine fue tarea imposible antes de que la todopoderosa Disney se hiciera con La Casa de las Ideas. Pero, aun contando con el colchón económico de una distribuidora tan potente, el mundo del cómic y el del cine no funcionan de la misma manera y el camino que ha llevado hasta Los Vengadores ha estado plagado de problemas y amarguras que ya han costado algún cambio de director (Jon Favreau abandonó la saga Iron Man harto de las imposiciones de guión) e incluso de actores (la despedida de Edward Norton como Hulk por «no tener el mismo espíritu de colaboración que sus compañeros» fue un caso sonado). Sin embargo, el paso más difícil ha sido precisamente el último: crear una película coral en la que cada personaje tuviera su lugar, que no decepcionara a los fans y que no aburriera a los profanos.
A tal efecto Marvel se hizo con los servicios de uno de los directores con más experiencia en el fenómeno fan de la actualidad. Y digámoslo alto y claro: Joss Whedon ha cumplido con creces.
Siete películas:
Whedon ha sabido caminar por el campo minado que era el guión de esta película y crear una historia en la que cada personaje tiene el mismo peso (uno de los mayores temores que había es que esta fuera una especie de Iron Man 3) y en la que no se pierde ni un ápice del espíritu con el que habían sido imbuidos en sus respectivos filmes.
Lo ha logrado desarrollando siete historias de paralelas de forma que cada una necesite de las demás para completarse y que entre todas den lugar a algo mucho más grande. Hagamos un repaso:
Steve Rogers/Capitán América: En la película de Joe Johnston vimos como aterrizaba en una época que no era la suya completamente desorientado. Los Vengadores nos cuenta su transición para ponerse a la cabeza de los héroes más poderosos de la Tierra. El personaje de Chris Evans ha de asumir que ha sobrevivido a todos aquellos a los que una vez amó y a la vez hacerse con un liderazgo que no ha pedido en una época que no comprende. Una tarea titánica en la que Evans despunta una vez más como el gran actor que puede ser cuando se aplica.
Tony Stark/Iron Man: Las dos entregas de Iron Man nos hablan de un hombre egocéntrico que ha de comenzar a asumir responsabilidades por mucho que le cueste. Los Vengadores suponen una lección de humildad para Stark por la presencia de Thor y le ofrecen la posibilidad de conectar con una mente tan brillante como la suya: la de Bruce Banner. Robert Downey Jr. poco ha de hacer para contentar al público aparte de repetir el papel de las otras dos cintas, aunque el final de Iron Man 2 nos haya permitido ver la cara más tierna del actor.
Bruce Banner/Hulk: Mark Ruffalo es sin duda una de las sorpresas más agradables de esta película. El personaje de Hulk no es muy difícil de interpretar, pero el de Banner es harina de otro costal. El actor tenía que hacer frente a los dos cambios de protagonista que ha tenido la franquicia haciendo que el personaje no pierda su entidad y que, además, no aparezca como una víctima de su alter ego. Los Vengadores ofrecen a Bruce Banner y Hulk la posibilidad de entrar en comunión. Ya le habría gustado eso al doctor Jekyll.
Thor: El hijo de Odín vuelve a Midgar (la Tierra) para cumplir con su palabra de protegerla y porque se siente responsable de las acciones de su hermano. Sin embargo el dios del trueno, que aprendió a calmar su sed de guerra en la cinta de Kenneth Branagh, ha de recibir una lección de humildad aún mayor que la de Iron Man. Es curioso escuchar cómo le reprocha a Loki el sentirse superior a los humanos y a la vez actuar de forma paternalista con ellos; la presencia de humanos sin poderes como Viuda Negra u Ojo de Halcón que, sin embargo, son capaces de plantarle cara y de luchar a su lado como iguales hace evolucionar al personaje interpretado por Chris Hemsworth.
Natasha Romanoff/Viuda Negra: El personaje que interpreta Scarlett Johansson se ha dejado ver, sobre todo, en Iron Man 2. Pero no es hasta esta cinta que comenzamos a conocer a la sexy y peligrosa espía a las órdenes de Nick Furia (Samuel L. Jackson). Rodeada de gente ultrapoderosa no se achanta y deja bien claro eso de que «las chicas son guerreras«. Sin embargo, ese lado tan siniestro que la hace tan atractiva en los cómics también está presente en la película, Romanoff tiene un pasado oscuro que no puede olvidar, no es sólo una chica explosiva que reparte estopa.
Clint Barton/Ojo de Halcón: Cerrando el grupo de héroes nos encontramos con otro agente de SHIELD. El personaje interpretado por Jeremy Renner es el que menos minutos ha tenido en las películas previas a Los Vengadores y la manera de resolver esta carencia por parte de Joss Whedon es magnífica. Barton comparte, además, un pasado con Viuda Negra que le sirve al director para anclarlo al super-grupo.
Loki: Frente a todas estas personalidades tan distintas pero tan bien complementadas sólo podía aguantar un personaje (y un actor) carismático y sólido como una roca. La elección del hermano de Thor como el primer enemigo de este grupo de héroes no sólo les da una excusa para reunirse sino que se trata de una reivindicación en toda regla del papel del villano. Cuando un enemigo tiene una personalidad tan marcada como la del personaje de Tom Hiddleston y cuando sus motivaciones son tan complejas y trabajadas como las del dios del engaño el espectador no puede sino rendirse ante una experiencia cinematográfica de diez.
La magia de Alan Silvestri:
En una cinta de acción que se sustenta en el atractivo y la interpretación de sus personajes Marvel quiso tener al compositor que mejor resultado le había dado en las anteriores entregas. La Casa de las Ideas seleccionó al autor de la fabulosa banda sonora de El Capitán América y lo primero que declaró éste fue que su idea era reflejar con la música el mundo de cada uno de sus personajes sin perder de vista la entidad conocida como Los Vengadores.
Dicho y hecho, el apartado musical del filme nos anticipa la entrada de cada personaje, le hace guiños a todas las películas anteriores y encima nos hace salir de la sala de cine tarareando las notas que convierten a la banda sonora en el sello de identidad de Los Vengadores. Uno no puede sino rendirse ante la magia del compositor neoyorkino. Para rematar la faena Soundgarden, tras su reunificación en 2010, se une a la fiesta para regalarnos el tema Live to Rise: un detalle que puede no ser del total agrado de los fans acérrimos de la banda, pero que no se puede negar que pega perfectamente con el carácter del filme de Whedon.
En resumen:
Nos encontramos ante una de las mejores películas de superhéroes que se hayan realizado (con permiso de la nueva saga de Batman) y ante un ejercicio de dirección excelente por parte de Joss Whedon, aunque para ello haya tenido que extenderse hasta las casi dos horas y media. Marvel puede ser tiránica con sus ideas, pero sabe muy bien qué se hace y cómo llegar a ello. Me quito el sombrero.
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