«Sigo igual que el día en que nos conocimos«

Parece que por fin Negi Haruba se pone un poco las pilas a la hora de contar su propia historia (en lugar de calcar la que otras tantas veces nos ha sido contada en mangas similares a éste) y como resultado tenemos un tomo que no sólo propicia un interesante giro de guión dentro de la historia de Las Quintillizas, sino que puede servirnos para reflexionar acerca del crecimiento, la evolución, los cambios y como la aceptación de estos nos sirve para crecer como personas y no quedarnos estancados en el pasado.

Dejamos el mes pasado a Uesugi encontrándose a Mutsum… perdón, a la misteriosa joven que le cambió la vida hace cinco años. todo parecía apuntar a que de pronto tendríamos una sexta contendiente por las atenciones del protagonistas, pero no ha sido así. Este personaje llega y se va (ya veremos si vuelve) para dejar a Fûtarô en estado de shock y a las hermanas preocupadas porque, por una vez, tengan que ser ellas las que tiren de su profesor particular. Sin embargo esta trama, por misteriosa que sea, no es la principal de un tomo en la que la protagonista indiscutible (ya le tocaba el turno de suspirar por nuestro protagonista) no es otra que Nino. Recordemos: la segunda hermana en edad se iba en el libro anterior de casa para refugiarse en un hotel después de que su hermana Itsuki la golpeara por haber roto las preguntas que les preparó a mano Uesugi. En este tomo toca recuperarla. Y eso significa que es el momento de conocer mejor a la quintilliza que más ha rehuido el contacto con el protagonista de la historia.

«Desde mi punto de vista, tú también has cambiado bastante«

Con lo que nos encontramos es con una chica que se niega a caminar hacia adelante. Una persona que ha idealizado un momento pasado de su vida y que no acepta el mundo real tal y como es. Que se enfrenta a los cambios con ira y con violencia, convencida de que lo que vivió en el pasado (por oscuro y tormentoso que fuera) era mejor que el desconcertante presente o el aterrador futuro. Haruba nos presenta a un personaje que sigue vistiendo igual, que se peina igual y que mantiene los mismos rituales que en esa supuesta época feliz como una manera de negar el paso del tiempo. Esto puede parecer una tontería, pero todos conocemos a gente que se comporta así en mayor o menor medida. El futuro, repleto de decisiones y de momentos complejos, puede sobrepasarnos, pero escondernos en los cálidos brazos del pasado que creemos recordar es equivalente a chutarse una droga terriblemente adictiva y que tiene el efecto secundario de hacer que nos veamos separados del resto del mundo.

Las Quintillizas #6

La vida es cambio. Y los cambios pueden ser terroríficos, pero también hermosos y apasionantes. Las Quintillizas #6 viene a contarnos que los cambios son necesarios para nuestro crecimiento y que debemos estar abiertos a ellos. Sólo por eso, el sexto tomo de esta colección me ha parecido el mejor hasta el momento de todos los que ha publicado en España Norma Editorial.