Route End #7

Route End #7: La muerte y sus damnificados

Route End #7«Creo… que sí podría ser END«

 

¿Me pareció brutal el sexto tomo de Route End? ¡Pamplinas! ¡Madre mía! ¡Menuda montaña rusa de emociones nos ha preparado Kaiji Nakagawa para el penúltimo tomo de su sensacional manga! El autor nos hizo descubrir tan pronto la identidad del asesino que me tiré todo el anterior tomo (tal y como le ocurre a Taji Haruno) negando la mayor, pensando que debía ser otro y que, simplemente habían pillado al pobre de Masato en el lugar y el momento equivocados. Pero no. El séptimo volumen de la colección viene a certificar lo que ya habíamos visto en la entrega anterior y se dedica, de manera concisa e inclemente, a analizar las consecuencias del descubrimiento sobre los familiares y amigos del asesino en serie.

 

Ha habido algunos momentos durante la lectura de este número en que me he acordado de Tenemos que Hablar Sobre Kevin, la dura e interesantísima película que dirigió en 2011 Lynne Ramsay (Ratcatcher) y en la que Tilda Swinton (Snowpiercer, Doctor Extraño) hacía las veces de la torturada madre de Kevin (Ezra Miller, sí, el Flash de la DC cinematográfica), un chaval que cumple cadena perpetua tras perpetrar una matanza en su colegio. La cinta hacía un doble análisis: el de las consecuencias en el presente para la madre (despreciada por sus vecinos y hundida en la depresión, pero incapaz de abandonar a su retoño) y el de los pedacitos de vida que apuntaban a las posibles razones tras el comportamiento desviado y violento del hijo. Route End #7 se fija en la manera en la que la salida a la luz de la identidad de END afecta a las vidas de su mujer, su hijo, su hermano, su padre… como una onda expansiva, que va destruyendo todo a su paso. Pero no se queda ahí. Ni mucho menos.

 

«¿No te parece que hay algo que no cuadra?«

 

Porque en el penúltimo número del penúltimo cómic Nakagawa deja caer una bomba que deja sin aliento al lector. El mangaka, a través del interrogatorio al que la policía somete al autor confeso de los asesinatos, nos desvela una realidad terrible detrás de los mismos y el motivo real por el que END ha actuado de la manera en la que lo ha hecho. Las repercusiones de esta revelación cambian las reglas del juego y desvelan un juego mucho más siniestro bajo la superficie de lo que hemos estado leyendo. Porque, ¿cuál es el papel de los cuatrillizos en todo este asunto? ¿Cómo sabía Masato dónde y cuándo debía actuar? ¿Qué es lo que nos estamos perdiendo con todo el tema del santuario sintoísta y los psicólogos que se han ido dando cita en las inmediaciones de la vivienda del asesino? Queda un solo volumen para esclarecer todos estos asuntos y tiene pinta de que nos vamos a estar mordiendo las uñas hasta poderlo leer (por suerte para vosotros, cuando esta reseña vea la luz el cómic ya estará en vuestras librerías de confianza).

 

Route End #7

Route End #7

 

Me fascina la manera en la que Nakagawa nos enfrenta a la muerte una y otra vez en esta obra. Suicidios y asesinatos, víctimas y asesinos… y los familiares de ambos. Y los espectadores. Y el populacho, hambriento de sensacionalismo y violencia gratuita. El autor explora todas las facetas alrededor de la muerte violenta, trata de darles un sentido y nos obliga a ponernos en el lugar de cada uno de sus protagonistas, sintiendo lo que ellos sienten y haciéndonos pensar en qué haríamos nosotros de estar en esa situación.

 

Cada día estoy más convencido de que Route End es de lo mejor que ha editado Norma Editorial en los últimos años.

Acerca de RJ Prous

Avatar de RJ Prous

En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados