Propuestas como esta siempre son de agradecer, películas que conocen sus limitaciones y no se toman en serio a sí mismas. En tiempo de brujas puede ser todo un divertimento si sabemos de antemano que no debemos esperar una gran película, con un guión muy elaborado ni unos personajes con los que nos vayamos a identificar.
Dos son las claves de esta película: la honestidad y las aventuras.
La película nos narra la travesía que tienen que hacer dos caballeros (Nicolas Cage y Ron Perlman) para trasladar a una joven (Claire Foy) acusada brujería y de provocar la peste hasta un monasterio en el que será juzgada por los hechos que se le imputan. Durante el trayecto, los guerreros deberán enfrentarse a toda clase de peligros, naturales y sobrenaturales. Ya desde un comienzo En tiempo de brujas deja claras sus pretensiones con un prólogo que muestra como tres mujeres van a ser ahorcadas por ser brujas.
La lógica que sigue el film es la misma que, por ejemplo, Arrástrame al infierno o La trampa del mal. Cintas que se hacen sin ninguna otra pretensión que la de entretener y dejan fluir la herencia del cine de los ochenta de terror y fantasía. De otra forma no se explicarían numerosos diálogos que se sitúan entre lo lapidario y lo absurdo propios de la serie B.
La pareja protagonista formada por Cage y Perlman (quien a veces olvida que no está en Hellboy) se comportan como dos colegas, sin importar si están o no en plena Edad Media o si están luchando contra la muerte. Da la impresión de que se lo están pasando de maravilla corriendo con la espada de un lado a otro.
La película está concebida como un videojuego en el que a medida que avanzamos los peligros son cada vez mayores y en el que vamos encontrando personajes de lo más variopintos que nos ayudan en nuestra misión.
Así, llegamos a ese espíritu aventurero que esconde En tiempo de brujas. En la senda de títulos clásicos como Willow, el film de Dominic Sena construye un relato donde unos antihéroes se ven envueltos en una situación que les impulsa a hacer lo correcto aún a costa de enfrentarse a todos los demás.
En tiempo de brujas es aventura pura, sin metáforas, dobles sentidos o una lectura más profunda y extrapolable a la situación actual. Si vamos buscando unos efectos visuales comparables a los de Tron Legacy, un guión como el de La red social o unas portentosas interpretaciones como la de Natalie Portman en Cisne Negro, aquí no los vamos a encontrar.
En cualquier otro momento esta película habría sido comercializada directamente en el mercado DVD, pero de lo que no cabe duda es de la fuerza que tiene para hacer pasar un buen y ligero rato (su escasa hora y media de duración ayuda mucho).
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