Sin embargo, al final no ha sido el caso. El punto de ingenuidad que le imprime Johnny Depp a su personaje siempre funciona y Angelina Jolie está extremadamente elegante, acorde a la imagen que se da de la ciudad de Venecia, pero poco más.
Por separado ambos actores demuestras sus aptitudes, compartiendo plano, en cambio, la química es inexistente. Por mucho que lo intenten es imposible imaginarse a Jolie y a Depp juntos. Igual que con otras parejas cinematográficas sí ha habido conexión: Angelina Jolie-Clive Owen (en Amar peligrosamente) o Johnny Depp-Winona Ryder (en Eduardo Manostijeras), aquí falta espontaneidad.
Cada uno por su lado, como decía, la cosa sí tiene mejor pinta. Resulta divertido ver a Depp en un registro a caballo entre Jack Sparrow y Gene Watson (en A la hora señalada). También resulta interesante ver a Jolie más contenida que en otros de sus films de acción más recientes, primando la elegancia y el misterio del personaje.
Dejando al margen la previsibilidad del desenlace (más aún para quien haya visto la original), como thriller The Tourist no acaba de funcionar. El tempo más «europeo» que ha querido darle el director se confunde con una falta alarmante de tensión narrativa. La película saca muy buenos cuadros y todo lo que se ve en pantalla es muy bonito, pero la historia se hace muy lenta.
The Tourist guarda un pretendido aroma a los thrillers clásico, pero tiene más fuerza cuando se aleja de esos homenajes y cede el protagonismo a la actuación de Johnny Depp (el ejemplo perfecto es la persecución sobre los tejados venecianos).
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