In Time, la última película de Andrew Niccol ya está en formato doméstico en una edición que aúna Blu-Ray, DVD y copia digital, siguiendo la apuesta multiplataforma de FOX. De esta forma, el fim se presenta en los soportes físicos ya mencionados y en otros tres digitales compatibles para dispositivos MAC, Windows Movie Player y sistemas Android.

La película conserva su Aspect Ratio original (2:35:1) y está disponible también en 16:9. En lo referente a las pistas de audio y subtítulos, mientras que el DVD incluye los básicos (castellano e inglés) el Blu-Ray cuenta con un amplio abanico (por si alguien quiere aprender idiomas), además de diferenciar (en el subtitulado) entre el castellano (para España) y el español (para Latinoamérica). ¿Y la calidad? Óptima, un 5.1 DTS para nuestro idioma y un 5.1 DTS-HD para el inglés.

El Blu-Ray permite, además, poder avanzar no solo por escenas, sino a través de «bookmarks». Nos da la opción de seleccionar un punto concreto del metraje (o varios) y retomar el visionado a partir de ellos en cualquier momento.

Como viene siendo habitual en los títulos de FOX, los contenidos adicionales están en su mayoría en el Blu-Ray. En esta ocasión los escasos pero interesantes: escenas inéditas y The minutes. El DVD por su parte, se ha de conformar con las escenas añadidas. En total, la duración de estos extras tienen una duración aproximada de 29 minutos.

Las escenas inéditas (12’35») incluyen tanto material extendido como descartado llegando a un total de diez escenas.

De esta relación, seis son cortes de escenas que aparecen en la película:

– ¿Tienes tiempo para haraganear, Salas?

– Qué pena tener que esperar 25 años

– El reloj no es bueno para nadie

– No cometas el error de tu padre

– Strip Poker

– Cuánto personal

Las otras cuatro son completamente nuevas:

– No hay tiempo para la guerra

– Sr. Elgin, soy Sylvia Weis

– Si puedes comprar la lealtad, puedes comprar la traición

– Nadie con tres minutos los pierde bailando

Algunas como «No cometas el error de tu padre» son realmente interesantes porque aportan y concretan información que en el film solo está sugerida. Otras como «Nadie con tres minutos los pierde bailando», «El reloj no es bueno para nadie» o «Sr. Elgin, soy Sylvia Weis» ayudan a comprender mejor el universo de In Time y las relaciones que hay entre los personajes. No son indispensables para la historia, pero como curiosidad funcionan muy bien.

Y luego (como siempre) están las que solo sirven para rellenar, como «Cuanto personal».

Pero sin duda el gran atractivo de In Time está en el falso documental The minutes. En él, varios de los personajes del film son entrevistados por unos cineastas que pretenden ofrecer una visión objetiva de la situación de Dayton (el gueto en el que vive el personaje de Will Salas), además de abordar con un científico una explicación acerca de cómo y por qué se ha llegado a un mundo en que el tiempo es la moneda de cambio.

Con una duración de 16’35», este mediometraje resuelve algunas de las dudas que dejaba en el aire la película y ayuda a contextualizarla, ofreciendo una imagen más oscura y dramática del film. Como complemento al visionado de In Time, no tiene precio.

Y para los geeks y gamers, dentro del estuche hay un folleto con un truco para poder jugar con el personaje de Sylvia Weis en la app del juego de In Time exclusivo para dispositivos Apple.

Aunque si algo se echa en falta son los comentarios del director y algúun tipo de making of o de entrevistas con el equipo, especialmente con Niccol, para poder profundizar acerca de la visión que tiene respecto a la película (no hay que olvidar que dirige, escribe y produce).