Hace unos meses Surtsey Films estrenó en salas Hannah, la segunda película de Andrea Pallaoro, una coproducción de Francia, Italia y Bélgica que se presentó en la competición del Festival de Venecia y que le valió el premio a mejor actriz a su protagonista Charlotte Rampling.
Hannah narra el día a día de una anciana que huye de algo, todos los días sigue una monótona rutina que la mantiene ocupada y la ayuda a huir de quien verdaderamente es y a esconder un terrible secreto vinculado a su marido que ha hecho que su familia reniegue de ella.
Casi sin diálogos pero con un ritmo ágil debido a la forma en la que el director persigue a su protagonista, Hannah es una película tristísima que habla de la soledad durante la senectud de una forma que nunca se había visto. Es una obra acerca del abandono, la necesidad del perdón y la redención que no deja indiferente.
Sobra decir que todo el peso de la obra está en manos de Rampling quien encorvada y con sus ojos llenos de dolor hace suyos los 90 minutos de metraje que, prácticamente, pasa sola en pantalla. Pese a su edad no le teme a un ejercicio tan intenso a nivel emocional y físico, ni tampoco tiene reparo a hacer escenas de desnudo.
La edición española, a cargo de Surtsey Films, es una edición sencilla que sólo incluye la película y el tráiler, algo comprensible si tenemos en cuenta el tamaño de la producción y, a primera vista, parece ser una edición similar a la italiana.
Pese a las pocas líneas de diálogo, la distribuidora optó por doblar su película para el estreno en salas y aquí se incluye tanto esa pista como la versión original (con subtítulos forzados) en Dolby 5.1, lo que se agradece para una película donde es tan importante el sonido ambiente y que compensa que la película no haya salido en alta definición. La calidad de imagen da de sí todo lo que permite un disco DVD de capa doble donde apenas entran 8 gigas.
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