Tras el éxito cosechado por Los Mercenarios 2, se ha despertado un antiguo rumor que ya comenzó con la primera parte, con la diferencia de que ahora está pasando a ser un hecho: la productora 1984 Private Defense Contractors (Infierno Blanco, Machine Gun Preacher) quiere hacer lo que hizo Sylvester Stallone con las estrellas de acción de los ochenta y noventa, pero reuniendo ésta vez al género femenino. ¿Será que no podrían coexistir ambos sexos en una película o así se guardan un as en la manga para aún más lejanas producciones y hacer más caja? Sea como fuere, sin haber nada hablado ni firmado, la productora ya ha soltado diferentes nombres y supuestos ofrecimientos para el futuro film: Gina Carano, Michelle Rodriguez, Carrie-Ann Moss, Cynthia Rothrock, y dos veteranas que también entran en nuestra lista…

Desde LNA, tengo el honor de hacer un particular casting para una película que aún no está claro que haya sido concebida, pero que a tenor de las cifras de sus hermanas masculinas, no tardará en serlo y nacer. Teniendo en cuenta viejas y nuevas glorias de acción, films que han marcado un antes y un después, y con la base del reparto de las obras precedentes perpetradas por Stallone como guía, he aquí la propuesta:

Sigourney Weaver como líder indiscutible. Si en los 80 los actores de acción podían hacerse competencia unos a otros, no ocurría lo mismo con las féminas, pues eran casi inexistentes como protagonistas de esas escenas burbujeantes de adrenalina aparte de acompañar al héroe de turno y ser floreros la mayor parte del tiempo… Eso fue antes de que Weaver protagonizara Alien en el 79. Todo cambió. Un nuevo panorama se había abierto para las mujeres: la acción. Y en el 86, demostró que podía estar y superar a cualquiera de sus compañeros masculinos y quedó grabado a fuego en la retina cómo unía con cinta un rifle de pulsos y un lanzallamas en Aliens para la batalla final. Por esas razones, aparte de por su veteranía, se ha ganado el derecho a ser la líder del grupo.

Si Stallone cuenta con Jason Statham como sucesor y exponente de la nueva generación de héroes (o antihéroes) de acción, nuestras Mercenarias tendrán a la mujer que más zombies ha masacrado a lo largo del mundo y sin despeinarse: Milla Jovovich. Esta Juana de Arco, ya dio muestras en El Quinto Elemento de su buen hacer en la lucha, característica que nuestra ucraniana favorita refina a la máxima potencia en la longeva saga de Resident Evil.

Es necesaria alguna actriz veterana de la quinta de Weaver para darle la réplica y que le quede bien un punto de locura; igual que Dolph Lundgren lo hace con Sylvester: Linda Hamilton. Actriz un tanto desaprovechada en el celuloide desde su divorcio con James Cameron, demostró sobrarle pericia en armas y fuerza en las ocasiones que se enfrentó a un ciborg venido del futuro en las dos primeras entregas de Terminator, y si puede retar a Arnold Schwarzenegger, el puesto es suyo. Los fans siempre desearon volver a ver a Hamilton en acción. Ésta podría ser su oportunidad de redención.

Cualquiera acertaría al preguntarse que en el equipo falta una asiática. Por supuesto. Y la elegida, siendo alabada por sus coreografiadas escenas de acción en los 80 y por no requerir ni querer doble en la mayoría de ocasiones, es Michelle Yeoh, conocida en Occidente por sus papeles en Sunshine, El Mañana nunca Muere o Tigre y Dragón.

Con el cuarteto principal formado por tres veteranas y una más que digna sucesora, falta completar el equipo con dos actrices más nuevas para poner en marcha esta peculiar ensalada de plomo, a ser posible, que al menos una proceda del mundo de la lucha o del deporte, como son Terry Crews y Randy Couture en The Expendables. Tras mucho pensarlo, el honor es para Zoë Bell, doble de escenas de acción de, entre muchas otras, la mismísima Xena y La Novia más famosa creada por Tarantino, con el cual pasó a actriz en Death Proof y protagonista absoluta en Angel of Death. En cuanto a la segunda, la balanza se ha inclinado a favor de Rosario Dawson, y mucha culpa de ello ha tenido el dar vida a Gail de la saga Sin City.

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Con tal equipo, sólo unas pocas malvadas estarían a la altura de las circunstancias, por lo que echamos mano de la élite: Jamie Lee Curtis, pues no le importa enfrentarse a un psicópata en Acero Azul, a robots sanguinarios en Virus o al desequilibrado Michael Myers en Halloween. También Sharon Stone que intentó quitar de en medio a un confuso Arnold en Desafío Total, y ha demostrado su mala uva varias veces como en Instinto Básico y Diabólicas. Y Pam Grier, icono del blaxploitation de los 70 y 80, recuperada en grandes films como Jackie Brown o Fantasmas de Marte. Con ellas ya tendríamos antagonistas para una trilogía pero, por supuesto, todas deben tener sus secuaces en versión joven: Rhona Mitra, ya visto su enérgico lado guerrero en films como Skinwalkers, la precuela de Underworld o por encima de las anteriores, su homenaje en versión femenina a Serpiente Plissken en la adrenalítica Doomsday; la mejor Nikita de nuestros años jóvenes, la representante de la acción televisiva de finales de los noventa y principios del nuevo siglo: Peta Wilson —se siente Maggie Q, la edad y la añoranza mandan aquí—; y la capitana Starbuck de Battlestar Galactica, Katee Sackhoff, a la que pronto veremos dando caza a Vin Diesel en la próxima de Riddick.

Tapados los huecos que dejarían los antagonistas Eric Roberts, Gary Daniels, Steve Austin, Jean-Claude Van Damme y Scott Adkins en las dos películas y de sobra para otra más, hacen falta un buen par de actrices bien conocidas que contraten a nuestras mercenarias o las coaccionen para actuar violentamente, como Schwarzenegger y Bruce Willis. ¿Qué tal Kate Beckinsale y Charlize Theron? Sí, un poco más jóvenes de lo que deberían pero hay más cantera en las décadas posteriores a los 80, qué le vamos a hacer; aparte de reconocerles el mérito de sus luchas en la saga Underworld y Aeon Flux, respectivamente.

Oh, claro, queda casi lo más importante: ¡los cameos! A quien no se le haya acelerado el pulso con la aparición de Chuck Norris en la segunda parte de Los Mercenarios, es porque había muerto en la butaca. Para los cameos siempre nos quedarán divas como Angelina Jolie y Uma Thurman, pues cualquiera querría verlas hacer su aparición estrella en los momentos de más necesidad después de ver cómo se las gastan en films como Salt y Kill Bill, por no extendernos con los ejemplos…

Con todo esto tendríamos de sobra para hacer una gran trilogía, pero si hacen falta más cameos, reemplazar a una actriz, o alguna no quiere volver a participar —¿qué pasó con Mickey Rourke?—, aún quedan en el banquillo, de antes y de ahora, de serie B y superproducciones, para todos los gustos: Lena Headey, Natasha Henstridge, Ali Larter, Rose McGowan, Devon Aoki, Famke Janssen, Daryl Hannah, Lucy Lawless, Zoe Saldana, Tricia Helfer, Grace Park, Kim Basinger, Halle Berry, Eliza Dushku, Salma Hayek, Zhang Ziyi, Adrienne Barbeau, Lucy Liu, Grace Jones, Sarah Michelle Gellar… y un largo etcétera para seguir repartiendo leña y plomo.