Capitán América

Capitán América. Imperio Secreto: La fragilidad del régimen

Capitán América de Nick SpencerCuarto volumen (quinto si contamos el del evento Imperio Secreto) dedicado a explorar la etapa de Nick Spencer al frente de los capitanes américas. Cuarto y último, pues con la publicación de Capitán América: Imperio Secreto despedimos al guionista que llevó al bueno de Steve Rogers al lado oscuro.

 

«¡Todo era una fantasía! ¡Un sueñp! ¿Me oyes, Rogers?»

 

Cuando repasamos el tomo dedicado a Imperio Secreto que publicó Panini Cómics nos preguntamos por qué no se había publicado antes este volumen. La respuesta es que el libro que ahora nos ocupra no puede entenderse sin haber pasado antes por el evento. Siendo Spencer el autor de uno y otro decidió no repetirse y usar la cabecera de Capitán América para relatar lo que acontecía entre bambalinas, para mostrarnos el impacto del alzamiento de Hydra tanto en Rogers como en Sam Wilson.

 

De esta manera, para entender en su magnitud la etapa de Spencer frente al centinela de la libertad es imprescindible haber leído el evento. Sobre todo se hace necesario a partir del quinto capítulo de este tomo, que enlaza directamente con los hitos de aquel. Qué sucede con Cráneo Rojo, por qué los mutantes se quedan al margen, cómo se reconfigura la cúpula de Hydra… muchas de las situaciones que se dan por hechas en Imperio Secreto tienen su explicación y origen en estas páginas. Y a la inversa, cosas que en estas páginas se dan por supuestas debemos descubrirlas en las páginas del evento. En cierta forma la serie de Capitán América va más allá de ser un simple tie-in, guardando una estrechísima relación con el evento al que cobija.

 

Lo que por una parte puede suponer un lastre (no se puede leer Capitán América sin seguir Imperio Secreto), por otra parte se presenta como una oportunidad, pues permite afrontar la historia desde otra perspectiva. Así, Capitán América: Imperio Secreto pone el foco en los dos capitanes desde una mirada íntima y reflexiva. Wilson se quita la máscara en las primeras páginas y en todo momento exterioriza sus dudas y miedos. Se muestra más vulnerable que nunca. Y con Rogers otro tanto de lo mismo. Nick Spencer es duro y muy combativo con los desmanes fascistas -y como durante toda su etapa, no faltan las alusiones a la sociedad norteamericana actual-, pero se cuida de no juzgar a Steve Rogers, sino que intenta comprenderle y le da espacio para que muestre su punto de vista, por muy erróneo que sea. El guionista muestra una gran honestidad con sus personajes.

 

Donde no se corta un pelo es en mostrar la terrible verdad sobre la nación Hydra. Traiciones internas, persecución de los disidentes, censura en los medios… Ilustra el abc del estado dictatorial y paranoico que busca su legitimidad a través de la fuerza. Y claro, a nada que lo zarandeas se ven todas sus costuras. Escudado en presentarnos a un falso Capi, Nick Spencer se permitió cruzar algunos límites morales y mostrar determinadas situaciones que en otro contexto habrían sido imposibles. Pocas veces un cómic Marvel nos ha hablado tan de cerca sobre nosotros mismos como sociedad y de lo frágil que puede ser la democracia si dejamos que nos guie el miedo y el odio.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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