Sí, el titular del post no engaña. Con El Asombroso Spiderman #12 Panini Cómics da por finalizada Red Oscura (al menos lo que se refiere a la trama principal del evento, pendientes quedarían un par de tie-ins que verán la luz próximamente), la aventura con la que Zeb Wells ha querido reencontrarse con su niño interior y evocar el demoníaco divertimento de Inferno.

«¿¡Quién es el raro!? ¿¡Hay algún raro por aquí!?»

Si habéis leído las anteriores entregas de la cabecera arácnida y el tomo dedicado a la visita de la Patrulla-X a los dominios de Madelyne Pryor tenéis todo lo necesario para atacar por última vez Red Oscura; una aventura cuyo desenlace, más allá de su espíritu lúdico, deja alguna que otra estimable sorpresa.

Con Spiderman recién salido del Limbo y con la Patrulla-X con una nueva aliada en sus filas, todo está preparado para el envite final entre nuestro héroe y su clon, ahora convertido en Rey Abismo. Sobre el papel todo súper espectacular… en la realidad, ni fu ni fa. Wells ha concebido un evento que ha ido de más a menos, sobre todo en lo referente a sus ambiciones y sobriedad. Lo que se nos presentaba como una trágica historia sobre la pérdida y la venganza ha devenido en una aventura ciertamente desenfadada con villanos de opereta y un conflicto igual de disparatado.

Red Oscura ha terminado siendo víctima de su protagonista, Ben Reilly. Nadie sabe qué hacer con el personaje. Siempre apunta maneras, pero acaba desdibujado o caricaturizado y escondido en un cajón hasta que alguien vuelve a por él con buenas intenciones pero, de nuevo, con pocas ideas. Así, una y otra vez. Y este es el resumen de Red Oscura. El evento nació con unas intenciones y generando unas expectativas que se han ido diluyendo capítulo a capítulo. El resultado, como decía, es un relato con poca chicha narrativa. Presenta a un par de nuevos secundarios para la familia arácnida (Julián Clemente adelanta en su spot on que tendrán recorrido a corto plazo) y abre un interesante nuevo capítulo en la vida de la familia Grey / Summers. Poco más.

Red Oscura es una aventura llevadera para el verano. ¿Esperábamos más? Obviamente. Pero es una lectura perfecta para los calores de julio y agosto. No requiere demasiado esfuerzo o concentración para seguirse y ofrece unas siempre agradecidas dosis de comicidad al saberse poco trascendente.