En los últimos tiempos viene siendo habitual que Kaine Parker y Ben Reilly (Araña escarlata y Abismo) crucen sus caminos con el primero (otrora villano) intentando devolver a la buena senda al ahora díscolo clon de Peter Parker. Zeb Wells, autor saliente de El Asombroso Spiderman, ha sido uno de los responsables de construir esta dinámica a raíz de los crecientes problemas de Reilly desde la etapa Beyond y el punto de inflexión que supuso Red Oscura. Un enredo telenovelesco que justifica que Panini Cómics haya optado por la inclusión de Abismo: La maldición de Kaine en la cabecera del trepamuros y no editarla como una miniserie aparte.
«No sé de qué otra forma arreglarme«
Porque desde que finalizaran sus últimas series en solitario, la de Kaine en 2014 y la de Ben (con participación de Kaine) en 2019, más allá de afiliaciones puntuales de Araña Escarlata en colecciones como Nuevos Guerreros o Iron Man, ambos personajes han mantenido un perfil bajo e íntimamente ligado a Spiderman y su universo. Así, en esta miniserie escrita por Steve Foxe, nos encontramos con una aventura que ha ido germinando a partir de lo planteado por Wells en El Asombroso Spiderman. Es en esa serie donde está el contexto y origen del tomo que ahora nos ocupa.
Y en parte debido a esos lazos con la cabecera principal del rinconcito arácnido, Steve Foxe escribe una aventura que podría no haber sucedido. El autor no se quiere pillar los dedos y concibe una aventura en los márgenes de la actualidad, acudiendo a personajes y entornos (Freak o las cloacas neoyorkinas) que llevan tiempo en el olvido o que se usan solo en relatos puntuales. Lo mismo de la amenaza a la que se enfrentan los «hermanos»; un personaje que emula el meme del príncipe Endymion de Sailor Moon, alzando su capa y despareciendo cuando su trabajo ha terminado.
Hay cero consecuencias y cero evolución en los personajes. Si mañana otro equipo creativo coge a los personajes y sigue el hilo dispuesto por Zeb Wells en su despedida arácnida, omitiendo esta miniserie, no nos daríamos ni cuenta. Tal es la intrascendencia de este relato. Al menos el conflicto es entretenido y hace un somero repaso por la trayectoria reciente de Ben (con Kaine se limita a dar un par de alusiones que solo pillarán quienes hayan seguido sus intermitentes andanzas).
La pregunta es pertinente: ¿En qué punto quedan los personajes? Después de la turra que dio Wells con el descenso a los infiernos (técnicamente hablamos del Limbo) de Reilly y su persistente negativa a sacarlo del pozo villanesco, el trabajo de Foxe resulta insatisfactorio porque no avanza, pero tampoco parte como tal de lo leído en El Asombroso Spiderman #36… y ahí está la trampa. En su edición original, La maldición de Kaine se publicó entre octubre de 2024 y enero de 2025, pero la última cuña sobre Ben Reilly escrita por Wells es de diciembre de 2025. Ambas historias se solapan en el tiempo y se contradicen la una a la otra, denotando la falta de comunicación dentro de la franquicia arácnida. Lo que nos lleva, de nuevo, al juego sucio del saliente patriarca arácnido y la cuestión de la continuidad, ¿qué se omitirá y quedará como una incongruencia no resuelta? ¿Esta miniserie o el epílogo de Wells en El Asombroso Spiderman?
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