«Creíamos que estabas muerto. Me alegra habernos equivocado«
Las buenas gentes de Panini van a darnos una alegría con el tema del Back to Basics que han anunciado hace un par de días. Con la llegada de esta nueva ‘fase’ la rama española e la editorial promete, entre otras cosas acabar con situaciones como la de esta colección, que tiene cada mes una primera parte que avanza con firmeza en la historia que se nos pretende contar sobre la revancha contra Orchis por parte de los mutantes y sus aliados… y que se ve lastrada con cada nueva entrega con un nuevo capítulo de Dark X-Men, serie que ha pretendido recuperar el espíritu y el inesperado éxito de Infernales (aquella colección de Zeb Wells que puso a Kaos y a otros cuantos bajo la atenta mirada de Mr. Siniestro) y que… no lo ha conseguido ni de lejos, pero que contribuye a que la cabecera final se nos quede en unos seis pavetes y medio que duelen bastante en el contexto actual.
Yendo por partes, comenzamos con una nueva incursión de Gatasombra en unas instalaciones de Orchis para encontrarnos con Juggernaut (que, dada la imagen que tenía del hermanastro de Xavier por su historial y por el cine, ahora me entran ganas de ahondar en su progresión hasta este punto) y con el pobre hombre crucificado en la portada de este número. Más allá de que se avecina saga de evasión o victoria, me quedo con la ligera bajada en el nivel de tensión que lleva consigo la buena de Kitty, que en las últimas entregas parecía haberse convertido más en una máquina de matar que en el arma definitiva de los mutantes para la infiltración y las puñaladas por la espalda de su más peligroso enemigo hasta el momento.
«No éramos un objetivo antes de que nos convirtierais en uno«
Continúa la historia con una visita de parte de los mutantes que siguen con vida y en la Tierra al actual paradero de los Cuatro Fantásticos. Hace unos años, Reed Richards fue capaz de ocultar el gen mutante de su hijo al escrutinio de Cerebro y ahora esta técnica, inconvenientemente borrada de la memoria del científico, puede ayudar a los mutantes en su guerra. Me sobra mucho, sin embargo, de esta parte de la trama la actitud bruto-estúpida de Rasputín IV, que ataca primero y exige después como método negociador infalible. Me parece que ahí le ha patinado un poco la historia a Gerry Duggan y no termino de entender bien el porqué.
Cierra esta entrega un nuevo número de la serie que guioniza Steve Foxe. Lo malo no es que podamos ahorrárnosla completamente sin temor a perdernos nada importante, lo peor es la certeza de que se nos ha colado este producto aquí porque no había otra manera de venderlo… y que el Back to Basics de marras no llegue seguramente a tiempo de revertir esta tontería antes de que se acabe definitivamente la Era de Krakoa. Con cada nueva entrega de Dark X-Men siento que me importa un poco menos el destino de estos mutantes y me pesa un poco más el precio que debemos pagar por su inclusión en la principal cabecera de esta sección del universo marvelita. Seguiré leyéndola mes a mes, pero más por que no voy a poder librarme de ella que porque me interese hacia dónde se dirige.
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