Todo llega, sí. Nick Spencer se ha hecho de rogar, pero finalmente ha llegado la hora de queel villano que se hace llamar Pariente haga su presentación como es debido… bueno, más o menos. Antes el bueno de Spiderman tiene que hacer frente a Comepecados (un enemigo que teníamos olvidadísimo) y rematar la aventura que ha devuelto a Gog al radar arácnido. Esto es lo que nos tiene preparado el guionista en las dos entregas que nos ocupan de la colección publicada por Panini Cómics.

«Necesito una razón para quitarme la máscara«

El Asombroso Spiderman #20 se divide en dos partes. El primero de los números USA que incluye está dedicado a finalizar el arco Fieles compañeros, ese en el que, junto a Búmeran, Spidey ha de lidiar con un desatado Gog, quien, lejos de buscar sangre, solo necesita un poquito de amor. La historia tiene un componente muy tierno y sirve, además, para seguir avanzando en la trama en la que Kingpin es un alcalde de Nueva York con intenciones que no son del todo limpias. El segundo número es una suerte de prólogo del prólogo que se extiende en la siguiente grapa. Conviene tener este número muy en cuenta porque su última página adelanta cuál será el siguiente evento arácnido.

El Asombroso Spiderman #21 da comienzo a La ascensión de los pecados, pero lo hace de una manera un tanto peculiar pues repasando los dos números que incluye la grapa, ninguno corresponde en sí a la colección seriada del trepamuros, sino que son dos one-shot que quedan fuera de la numeración. Es tal la importancia que han querido darle tanto Marvel como Nick Spencer a la aventura que tenemos entre manos. Spencer, rescatando algunas páginas de Peter David y Sal Buscema (en las que se relataba el final de Comepecados), nos narra la vida y muerte del personaje aportando interesantes novedades a lo ya conocido por los lectores veteranos e introduce un elemento sobrenatural que encaja muy bien en el contexto en el que se desarrolla la trama de Pariente. Spencer describe la existencia del personaje como una terrible tragedia marcada por la muerte y la culpa, terreno fértil para jugar con el terror y ambientes pesadillescos que se entrelazan con la realidad, dando lugar a una aventura de fuerte impacto. Si la saga está a la altura de su prólogo, estaremos ante uno de los grandes hitos de Nick Spencer como guionista de Spiderman.

Y como complemento a este relato, Patrick Gleason nos presenta otro one-shot, este dedicado a Norman Osborn, del que llevamos tiempo sabiendo a través de pequeñas pinceladas aquí y allá. Bajo el título Duende Rojo: Muerte roja, la asociación entre Osborn y el simbiente Matanza sigue causando estragos, haciendo tiempo hasta volver a situarse en el centro del escenario. El capítulo incluye al pequeño Normie y presenta una trama que también engarza sus garras en el terreno del terror.